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Devocional: Una vida con propósito

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Una vida con propósito
Fecha: Lunes, 19 de febrero del 2018 ID: 201700001685

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Salmo 101:1-8 Misericordia y juicio cantaré;  a ti cantaré yo, oh Jehová. Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se acercará a mí. Corazón perverso se apartará de mí; no conoceré al malvado. Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; no sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.  No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. De mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan iniquidad.

Algunas personas parecen ir a la deriva, sin rumbo por la vida, en ninguna dirección específica. Sin objetivos claramente definidos, no es de asombrarse que muchos adopten un estilo de vida que carece de definición y propósito. Sé de algunos que toman la vida así como viene, sin preocupaciones. Me recuerda del tiempo cuando fui invitado a hablar a un campus de una universidad. En el camino a la sala de reuniones conocía a un muchacho que era obviamente apático. Queriendo poner una pequeña chispa en sus planes más allá de la graduación, le hice algunas preguntas. Nunca olvidaré su respuesta a “¿Hacia dónde te diriges?, ¿Cuáles son tus planes?” Sin vacilar casi, respondió: “¿planes?, mmm, bueno, voy a tomar el lunch”

Qué típico es de aquellos atrapados en la rutina de falta de objetivos. Ellos viven de una comida a la otra sin preocuparse más allá de los programas de ese día de televisión. Se deslizan por la vida como un bote en un pantano.

Este es un salmo de David, cuya vida fue guiada por un propósito específico. Él comprendió el plan de Dios para él y aparte de un desliz de desobediencia temporal, él persiguió el curso puesto para él. Tomó decisiones de acuerdo a su propósito y sirvió al Señor fielmente por muchos, muchos años. Él fue de hecho un hombre conforme al corazón de Dios.

Quizá más que cualquier otro pasaje de la Escritura, estos ocho versos explican la filosofía de vida de David. De hecho, un título apropiado para el Salmo 101 puede ser: “la declaración de fe de David”, éste es su credo, declara sus objetivos espirituales. David se comprometió con su credo sin reservas. Por supuesto que a veces fracasó, vagó de su curso, pero siempre mantuvo el estándar ante él. En este salmo, no hay el menor rastro de compromiso diplomático o vacilación, sólo simples palabras devotas.

Por lo tanto todos los que esperan vivir más allá de la rutina de falta de objetivos, harían bien en observar cómo David decidió conducirse a sí mismo.

Este pasaje y su patrón:

El Salmo 101 podría ser llamado el salmo de resoluciones. Puedo contar por lo menos diez “yo haré” Me recuerda a la declaración de Josué cuando la nación de Israel quería desobedecer al Señor: “Escojan ustedes a quién servirán…. pero yo y mi casa serviremos al Señor” (Josué 24:15) En cuatro versos David implica “pero yo” y lista su resolución en cinco “yo haré”

Seguido de ello, en los versos 5-8 se vuelve a su reino implicando “mi casa” y lista siete tipos diferentes de personas, haciendo una declaración acerca de cada una.

Por Charles Swindoll

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Filipenses 3:8 (RVR 1960)

Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.

Palabras Claves: Charles Swindoll Reflexiones Una vida con propósito

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