1 Samuel 15: 1-29 Saúl desobedece la instrucción de Dios y Samuel le dice que Dios le quitará el reino.
Lo que tú quieres no es importante, todo lo que el Rey quiere es importante.
¿Qué canción describe mejor tu vida: el himno “haz tu voluntad oh Dios” o la canción “a mi manera”? ¿Buscas la voluntad de Dios todos los días como un principio que guía tu vida y te gozas en obedecer Su Palabra, o insistes siempre en hacer las cosas a tu manera?
Desde el jardín del Edén, los humanos han insistido rebeldemente en seguir su propio camino. La Biblia le llama pecado. Y el pecado es repulsivo para Dios, un hedor para su nariz. David escribió, “Dios mira desde el cielo a los hijos de los hombres para ver si hay alguno que entienda, alguien quien busque a Dios. Pero todos se han desviado, todos se han corrompido. No hay quien haga el bien, no hay ni aún uno”. Pablo repitió lo mismo cuando escribió “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”.
Desafiar a Dios en favor nuestro, está mal, no tendrá fruto y finalmente nos guiará al desastre. Esto es lo que el rey Saúl descubrió cuando falló en obedecer la instrucción de Dios de arrasar con los amalecitas completamente, en lugar de obedecer, Saúl perdonó al rey amalecita junto con lo mejor de los animales de los amalecitas. Esto hizo que el Señor le dijera a Samuel “me pesa haber puesto a Saúl por rey, porque me ha dado la espalda, no ha obedecido mis mandatos”.
Cuando Saúl declaró que había perdonado a lo mejor de los animales para hacer sacrificio al Dios de Samuel, Samuel le dijo “¿prefiere el Señor los sacrificios y ofrendas mejor que la obediencia?, claro que no, el obedecer es mejor que cualquier sacrificio y el prestar atención mejor que cualquier holocausto, porque como pecado de adivinación es la rebelión y como brujería e idolatría la obstinación. Porque has desechado la palabra del Señor, Él también te ha rechazado para que seas rey”.
Dios toma la desobediencia muy seriamente. Pone la rebelión y la obstinación en la misma categoría que la idolatría y hechicería. La vida de Saúl mostró su independencia, un espíritu rebelde que eventualmente le llevó a perderlo todo, incluyendo su vida. 1 Samuel 13:14 revela que Dios ya había visto “a un hombre conforme a Su corazón”, para reemplazar al rey Saúl. Este era David.
¿A quién te pareces más? ¿A Saúl, dignamente parándote derecho y diciendo “lo haré a mi manera” o a David, hombre apasionado que buscaba el corazón de Dios? Nunca podrás prosperar haciendo lo que a ti te place. El camino al éxito, gozo e intimidad se encuentra en la obediencia. No vivas complaciéndote. ¡Vive complaciendo al Rey!
Por Tommy Tenney
ORACIÓN
Padre, perdóname por vivir complaciéndome en lugar de complacerte a ti, ayúdame a caminar en obediencia, quiero buscar diariamente Tu voluntad como principal guía de mi vida.