COLORAO, EE.UU.- El autoritarismo ideológico no es algo que se instala de la noche a la mañana, sino un proceso lento y generalmente enmascarado por el discurso de la “diversidad” y de la “inclusión”.
Una prueba de ello es que viene creciendo en el estado de Colorado, Estados Unidos, después de que un grupo de diputados están tratando impedir que pastores prediquen contra la homosexualidad en los púlpitos de las iglesias.
La iniciativa forma parte del diputado Evan Low y otros 30 parlamentarios. Ellos crearon una resolución en el Comité Judicial de la Asamblea Legislativa del Estado, dirigida a los “consejeros, pastores, religiosos, educadores” e instituciones de “gran influencia moral”.
De acuerdo a la información del Consejo de Familia de California, el documento llama a estos líderes y organizaciones a dejar de decir cualquier cosa que afirme que es un error la práctica de la homosexualidad, argumentando que es “poco ético” y “perjudicial” para el público LGBT.
Ken Williams y Elizabeth Woning, dos ex homosexuales que ahora son pastores, se posicionaron contra el proyecto.
“Para nosotros, usar nuestra fe con convicción bíblica significa vida y esperanza. Nuestra fe nos salvó del suicidio y nos dio libertad para vivir con conciencias claras”, dijo Woning.
“A Nosotros también nos gustaría ser reconocidos. En vez de eso, los activistas [LGBT] atacan nuestros esfuerzos para cuidar de amigos que piensan de la misma forma, promoviendo restricciones peligrosas de asesoramiento y sofocando nuestra libertad de expresión“, agregó.
Brad Dacus, presidente del Pacific Justice Institute, afirma que la medida es “una violación ultrajante del Estado al decidir presionar lo que los pastores enseñan y predican, al ministrar a individuos que están sufriendo con la atracción por el mismo sexo o identidad de género“.
La propuesta de los diputados pretende prohibir también el tratamiento psicológico de personas que desean cambiar de orientación sexual. Sin embargo, el punto más grave, es el intento de amordazar a quien piensa diferente, incluyendo líderes, instituciones y pastores.
Una medida similar se ha hecho en Brasil, después de que el Supremo Tribunal decidió criminalizar “la homofobia”. Muchos pastores han advertido que este es el primer paso a la persecución religiosa, para que los cristianos no sólo ejerzan la libertad religiosa dentro de los templos, sino dondequiera que vivan.