El gobierno turco está reclutando espías entre la comunidad cristiana para vigilar a las iglesias y a los cristianos individuales, según un informe anual de las iglesias protestantes turcas.
En 2020, los cristianos, tanto nacionales turcos como extranjeros, que viven en ciudades del este y el sureste de Turquía informaron de que habían sido contactados por miembros de los servicios de inteligencia para convertirse en informantes.
Se trata de un hecho "significativo y preocupante", afirma la Association of Protestant Churches, en su informe 2020 sobre violaciones de los Derechos Humanos.
La Asociación representa a 182 iglesias, la mayoría de ellas situadas en Izmir, Estambul y Ankara.
En general, las violaciones de los derechos humanos disminuyeron significativamente en 2020, probablemente debido a la pandemia de Covid-19, dice el informe, y vincula el descenso, a los confinamientos que hicieron que los cristianos fueran menos visibles y -en cierto modo- audibles.
Sin embargo, la creciente comunidad protestante sigue enfrentándose a restricciones legales y acoso. La obtención de un edificio para el culto y otras actividades, así como la formación de su personal y pastores, es un reto, ya que las iglesias no pueden obtener el estatus oficial de lugar de culto.
La solución habitual ha sido convertirse en una "asociación" o unirse a otra fundación o asociación ya existente. Sin embargo, el informe señala que los derechos de las asociaciones se están restringiendo. Una ley de 2020 que regula las asociaciones permite al gobierno nombrar al administrador de la asociación, detener las actividades y tomar el control de los activos. Las asociaciones también deben proporcionar una lista de sus miembros a petición del gobierno.
Prohibición de entrada
Mientras tanto, el gobierno continuó con sus medidas drásticas contra los miembros extranjeros de la comunidad protestante y comenzó a perseguir a las parejas mixtas -líderes eclesiásticos turcos con un cónyuge extranjero-.
En 2020 se prohibió la entrada o la permanencia en Turquía de al menos 30 personas acusadas de ser una amenaza para la seguridad nacional. Al menos cinco de los casos se referían a un matrimonio mixto en el que uno de los cónyuges era ciudadano turco.
"Comenzando con las prohibiciones de entrada a los protestantes extranjeros en 2019, ahora parece que el gobierno está aumentando la presión sobre la propia comunidad turca", dijo Michael Bosch, analista de persecución de Puertas Abiertas. "Esperemos que los cristianos sean menos vistos como traidores y colaboradores de potencias extranjeras, aunque los recientes cambios en el plan de estudios turco lamentablemente sugieren lo contrario", dijo.
Un informe del Instituto para el Seguimiento de la Educación Cultural y para la Paz en los Libros de Texto Escolares, publicado este mes, reveló que el plan de estudios turco se ha radicalizado en los últimos años.
"Desde la introducción del concepto de "guerra de la yihad", pasando por la glorificación del martirio islámico, hasta el uso del término peyorativo "gavur" [infiel] para referirse a los judíos y los cristianos (incluidos los ciudadanos turcos), el nuevo plan de estudios suscita preocupación a muchos niveles", escribió Soner Cagaptay, autor y miembro principal del Washington Institute for Near East Policy en un prólogo del informe.
En su informe anual de 2020, la comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional recomendó que se incluyera a Turquía en la lista de vigilancia especial del Departamento de Estado de Estados Unidos, y que incluye a los países que cometen o toleran graves violaciones de la libertad religiosa.
*Noticia extraída de Puertasabiertas.org