Una mujer cristiana egipcia de nombre Rania Abd al-Meseh, fue secuestrada por un grupo de mujeres tapadas con velos en sus rostros, el 23 de abril en la gobernación de Monufia.
Fue a través de un video que comenzó a circular tres días de sus secuestro que Rania anunció que se había convertido al islam.
El video fue recibido con alarma por varios grupos de cristianos, quienes observaron que su lenguaje corporal durante el video parecía estar bajo gran estrés y hablar bajo coacción.
Rania quien es madre de tres hijas y sus redes sociales muestran publicaciones frecuentes de material cristiano, al parecer fue obligada o bajo amenaza para renunciar al cristianismo.
Su hermano Remon dijo a medios locales: “Mi hermana llevaba el collar cruzado y se fue de casa. Entonces, si ella quisiera convertirse al Islam, habría dejado el collar en casa”.
En Egipto, las mujeres cristianas a menudo son secuestradas por grupos extremistas que las obligan a convertirse al islam y casarse con hombres musulmanes, según reportes de International Christian Concern.
Las mujeres cristianas se convierten en víctimas y se casan con hombres musulmanes no por su propia voluntad. Muchas familias afectadas no sienten que la policía investiga seriamente estos secuestros, ni responsabiliza a los secuestradores.
La policía deja estos casos en olvido y a menudo lo atribuye a un malentendido, o una situación creada por su propio libre albedrío.
Cuando una mujer es copta en Egipto, es víctima de muchas injusticias, tanto por parte de la sociedad como de la iglesia. Las coptas en Egipto enfrentan dos dilemas: su género como mujer y su religión como cristianas.
El acoso sexual se puede describir como una epidemia que se ha propagado por todo Egipto. Según un estudio de 2013 de las Naciones Unidas, más del 98 por ciento de todas las mujeres egipcias han sido víctimas de acoso.
Aunque el artículo 306 del código penal egipcio establece que el acoso sexual es penado con hasta 50,000 libras egipcias (unos 2,800 dólares) o una pena de prisión que va de seis meses a cinco años, la verdad es que las mujeres egipcias no confían en la protección de la ley porque cuando una niña intenta que se haga justicia, es regañada o amenazada. Por lo general, los perpetradores salen impunes.
En el caso de las mujeres cristianas, incluso temen presentar denuncias debido a la discriminación contra ellas por parte de la propia policía.
El ejemplo más extremo y claro de casos así es el de Souad Thabet, una mujer copta de 72 años que fue desnudada por una turba musulmana y exhibida por las calles de su pueblo en el Alto Egipto en mayo de 2016. Ninguno de los perpetradores fue sentenciado por este ataque.
En Egipto entre el 10% y el 20% de la población del país es cristiana, según Wikipedia, a pesar de que no se haya realizado un censo religioso para determinar el porcentaje exacto, diversas fuentes han estimado de que representan entre el 10% y el 15% de la población en el país.
