CHINA. – A pesar de ser uno de los mayores perseguidores del cristianismo en el mundo, China es el hogar de la fábrica de mercado más productiva de la Biblia. Sólo el año pasado, la Amity Printing Co. imprimió más de 13 millones de copias de la Biblia en unos 100 idiomas.
De acuerdo con la BBC Brasil, la empresa produce un promedio de un ejemplar de la Biblia por segundo. Un reflejo del crecimiento de la producción es el creciente número de cristianos en el país.
En la actualidad, hay alrededor de 100 millones de cristianos en la nación más poblada del mundo, que ya es mayor que los 86,7 millones que apoyan al opresor Partido Comunista, de acuerdo con el Financial Times.
En menos de 15 años, China podría convertirse en el país con el mayor número de cristianos en el mundo, según un estudio realizado por el investigador Fenggang Yang, de la Universidad de Purdue. Yang indica que China podría alcanzar el hito de 224 millones de cristianos en el año 2030. “Según mis cálculos, China está destinada a convertirse en el país más grande de cristianos en el mundo muy pronto”, dijo Yang, que se especializa en sociología.
“Esto será en menos tiempo que toda una generación. Mucha gente no está preparada para este cambio drástico”.
El crecimiento desmesurado de las iglesias en China se inició después de la finalización de la Revolución Cultural en 1976. En 1985, una nueva cláusula en la Constitución prometió la libertad de creencia de los chinos.
Sin embargo, las actividades de evangelismo en público no están permitidas y las iglesias están sujetas a la supervisión de las agencias gubernamentales. En 2014, el gobierno lanzó una campaña para derribar las iglesias protestantes en varias provincias de China. Antes de la demolición, el agua, la electricidad, el transporte e incluso los teléfonos de cobertura eran cortados en toda la zona de los templos por las autoridades gubernamentales.
Incluso durante los diez años de la Revolución Cultural, cuando las iglesias se vieron obligadas a utilizar las instalaciones subterráneas – debido a la intensa persecución religiosa – el cristianismo creció anualmente en un 15%, según las estimaciones.
“La expansión del cristianismo en China es predecible e inevitable”, dijo Yang. “La inmensa influencia del cristianismo es adecuada para China y el mundo, no importa si la gente está dispuesta o no”.