El Ramadán es una celebración importante del Islam. Este es un período en el que los musulmanes celebran una supuesta revelación obtenida por Mahoma.
En el Ramadán los musulmanes pasan 30 días ayunando, no tienen relaciones sexuales, e incluso, no beben agua desde el amanecer hasta el atardecer.
En este período especial para el Islam, los cristianos comienzan a preocuparse, ya que se intensifica la persecución religiosa.
La persecución se intensifica en este tiempo porque en los países islámicos los cristianos se comportan de manera diferente respecto a las exigencias del Ramadán.
Un ejemplo de choque religioso ocurre cuando los cristianos desayunan en momentos en el que los musulmanes guardan ayuno.
“Necesitamos ser más cautelosos al llevar a cabo actividades de la iglesia, especialmente seminarios, capacitación y otros programas”, dijo un informante de Puertas Abiertas que reside en Dhaka, Bangladesh.
El informante manifestó que algunos cristianos en países islámicos deciden ayunar durante el Ramadán para evitar conflictos, sin embargo, se lo de dican al Señor.
Según Puertas Abiertas, la dificultad durante el Ramadán es aún mayor para los cristianos conversos del Islam, ya que sufren la presión de los familiares musulmanes durante varios días.
“Siempre insisten en que ayune, aunque saben que me he convertido a Cristo. Es como si se negaran a admitir que me he convertido en cristiano”, reveló un ex musulmán cristiano argelino.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com