REINO UNIDO.- El estudio es controvertido, pero está llamando la atención en el Reino Unido. La frecuencia a las iglesias viene declinando constantemente en el país. De 6,5 millones cayó a poco más de 3 millones entre 1980 y 2015.
Para entender cómo esto afecta a la religiosidad, la ONG Tearfund encargó una encuesta, que fue realizada por el Instituto ComRes. Se constató que más de la mitad (51%) de todos los adultos hacen oraciones regularmente, aunque sólo uno de cada tres oraa en un lugar de culto.
Un tercio de la gente antes de ir a dormir. Entre las solicitudes más comunes están protección para la familia (71%). El 42% de las oraciones son de agradecimiento a Dios, y otro 40% pide por alguna cura (o motivos de salud). Cuestiones globales como pobreza o desastres son motivos de intercesión para el 24%.
Sólo la mitad de las personas (49%) que oran creen que Dios las oye, mientras que el 36% “no está seguro”. Al mismo tiempo, el 40% de los entrevistados afirman tener convicción de que “la oración cambia el mundo”; un número similar dice que eso las hace sentirse mejor.
Curiosamente, uno de cada cuatro no creyentes, que se identifican como “ateos o agnósticos” hacen oraciones cuando enfrenta crisis personales, aunque digan que eso no los hace “religiosos”.
Para estas personas, la oración les trae algún tipo de confort o hace que se sientan “menos solitarios”.
“No debemos sorprendernos con esos descubrimientos recientes, que reflejan el anhelo humano por el misterio y el amor de Dios en medio de experiencias cotidianas”, dijo Rachel Treweek, obispa de Gloucester.
La capellán Isabelle Hamley afirma que la oración es “principalmente una línea de comunicación con Dios, que nos permite pensar, reflejar y entregar nuestras preocupaciones”.
[ Fuente: Daily Mail ]