El Estado islámico se ha diseminado por el mundo en células que tiene como objetivo promover el terrorismo. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ahora está alertando de los intentos de creación de campos de entrenamiento jihadistas en América Latina.
Según Dmitry Feoktistov, subdirector del Departamento de Nuevos Desafíos y Amenazas de la cancillería rusa, hay fuertes indicios de que la actividad del grupo extremista del Estado Islámico está creciendo en la región.
“Existe la amenaza de que surjan campos de entrenamiento jihadistas y bases de recreación en los países de América Latina y el Caribe. “Ellos serían consecuencia de los lazos establecidos entre terroristas, grupos criminales y narcotraficantes locales”, afirmó, sin citar detalles sobre qué países se refería.
Moscú ha expresado su preocupación por la “intensificación de la propaganda de reclutamiento de los extremistas, especialmente en los países del Caribe, donde hay muchos ciudadanos musulmanes”, aseguró Feoktistov durante la 18ª sesión del Comité Interamericano contra el Terrorismo celebrada en Washington.
El diplomático ruso indica que los reclutamientos por el Estado Islámico en América Latina por ahora son raros, pero que hay riesgos de que se beneficie de las redes de otros grupos terroristas que actúan en la región.
Durante el evento, Feoktistov afirmó que “varios países latinos expresan interés en unirse a un banco de datos común sobre terrorismo, particularmente Argentina y Brasil. Estamos discutiendo modalidades concretas de su adhesión al proyecto para reunir una enorme cantidad de informaciones sobre terroristas”.
Hezbolá tiene vínculos con el PCC
A pesar del silencio de los grandes medios sobre el asunto, en la región fronteriza que separa a Brasil, Argentina y Paraguay, en las cercanías de Foz do Iguaçu (PR), la actuación de grupos vinculados al terrorismo internacional ya ha sido denunciada repetidas veces por las autoridades norteamericanas.
Los miembros de la asociación del grupo terrorista libanés Hezbolá con el Primer Comando de la Capital (PCC) se han desarrollado a partir de 2006. Sólo dos años más tarde apareció la evidencia de una operación de la Policía Federal asistido a la primera evidencia de tal un enlace.
Según las autoridades estadounidenses, el dinero de la droga es una de las fuentes de financiación de grupos terroristas. La PF encontró indicios que miembros de ese grupo libanés que lidian con el tráfico para el contrabando de armas destinadas a la organización criminal brasileña.
El gobierno brasileño siempre evitó admitir que no tiene ningún control sobre lo que sucede del lado de la Triple Frontera. Sólo en 2014 los servicios de inteligencia del país reunieron indicios concretos que traficantes de origen libanés vinculados a Hezbolá se vincularon al PCC, la mayor organización criminal de Brasil.
Reconocimiento de Hezbolá como grupo terrorista
Durante la reunión del Comité Interamericano contra el Terrorismo, Robert Singer, vicepresidente del Congreso Judío Mundial, pidió a los países de la Organización de Estados Americanos, que Brasil forma parte, reconozca oficialmente a Hezbolá como grupo terrorista.
“Hezbolá no es sólo un peligro para el Líbano, Israel y Europa, sino una amenaza a la seguridad de todos nosotros. Los terroristas no sólo apuntan a minorías específicas, sino que atacan a nuestra sociedad como judíos, cristianos e incluso musulmanes”, afirmó Singer.
“Es extremadamente importante que el Comité Interamericano Contra el terrorismo así como la OEA y sus Estados miembros formalmente reconozcan a Hezbolá como una organización terrorista para dar a la ley internacional las herramientas necesarias para rastrear el sistema financiero y la captación de recursos de Hezbolá en la región, su sistema de reclutamiento y sus otras actividades globales”, insistió.
Hasta el momento Brasil no se pronunció sobre las colocaciones relativas a la región fronteriza durante el evento en Washington.