BRASIL.- Ser feminista y evangélica parece una ideología contraria. Pero para los recientes grupos de mujeres cristianas es posible. Ellas se adhieren al feminismo y cuestionan la interpretación bíblica.
La socióloga y feminista Camila Galetti, hija y sobrina de pastor, observó que las personas, por ambos lados, todavía se molestan con la asociación de los dos mundos. “En el ambiente académico, yo soy aceptada hasta el momento que digo que no soy atea. Esto sólo se olvida en el transcurso de mi militancia. En la iglesia hay el extrañamiento, pero también la curiosidad “, consideró.
El tema ‘mujer’ en las iglesias no crece porque no hay espacio para que ellas tomen decisiones junto con los líderes. “Hay mucha resistencia en aceptar mujeres ordenadas, incluso en las congregaciones que ya lo permiten”, complementó la teóloga Romi Márcia Bencke, que también es pastora y maestro en ciencias de la religión.
Márcia cree que el prejuicio no es sólo en la sociedad. “De la misma forma que somos excluidas de la sociedad, también estamos fuera de las principales ruedas de la iglesia“.
De acuerdo con la maestra en ciencias de la religión, la sumisión y obediencia al hombre encontrada en la Biblia siempre fue interpretada de forma equivocada. “Así como hoy, en los tiempos bíblicos también se justificaba la sumisión de las mujeres con el argumento de que era orden de Dios. No es. Todas las interpretaciones que colocan a las mujeres en ese papel son tendenciosas y manipuladas “, defendió.
Valeria Vilhena, teóloga y evangélica, dijo que la teología moderna evidencia la creación de la narrativa bíblica en contextos y períodos distintos. “La Biblia no debe ser entendida como la voz de Dios, sino la memoria de un pueblo”, contestó.
La teóloga consideró al feminismo como una forma de lucha política y que la Biblia siempre defendió esas cuestiones, por los más pobres, por los injustificados. Las diferencias biológicas no pueden justificar injusticias, violencias y desigualdades de oportunidades. Tampoco la Biblia puede ser base para ello.
“Son muchos los textos del Evangelio en que Jesús se dirige a las mujeres de igual a igual. Muchas ejercían protagonismo en el movimiento de Jesús, como María Magdalena “, presentó la pastora Romi.
Para ella, la postura de Jesús en relación a las mujeres era de igualdad y no hay ningún tipo de negativa para la participación femenina en su movimiento. “Basta ver la historia de la crucifixión. Las únicas que corren el riesgo de quedarse junto a la cruz son las mujeres. También son ellas los primeros testigos de la resurrección”, concluyó, según ha publicado Metrópolis.