ROSARIO, ARGENTINA. – Hay alrededor de 2.500 en la ciudad, no tienen laobligación de respetar el celibato y tampoco se someten a procesos de formacióntan extensos y férreos como los sacerdotes.
En Rosario cada día aparecen nuevos templos y lugares de culto extendidospor toda la geografía de la ciudad, congregando a un número creciente depersonas. Los evangélicos en sus múltiples denominaciones, representa a más del13 por ciento de la población argentina.
En Rosario esta proporción se replica,según Walter Ghione, pastor de la Iglesia Pentecostal, los domingos (que sonlos días de reunión principal) se congregan unos 160 mil fieles en 750 templosrepartidos en distintas zonas de la ciudad, mientras que hace 10 años eranalrededor de 600. Van desde pequeños lugares de reunión, donde se juntan 20 o30, personas hasta grandes auditorios que albergan hasta 5 mil congregantes.
Las iglesias evangélicas están repartidas en muchos tipos decongregaciones diferentes como las llamadas iglesias conservadoras o históricas(luteranas, metodistas, adventistas); y las surgidas hace unos 100 años, deacelerada expansión (como las pentecostales y bautistas), que engloban al 85%de los evangélicos.
Según números brindados por la Intendencia que provienen del RegistroNacional de Cultos, en Rosario hay 561 entidades religiosas, de las cuales 204son evangélicas. La diferencia en el número es porque cada institución puedetener más de un templo a la vez, pero también porque el registro contempla alos más grandes, que cuentan con personería jurídica, pero es común que semonten oratorios y salas de culto en lugares humildes como garajes o localescomerciales pequeños que no figuran en la lista porque no están inscriptos.
En tanto, 142 son católicas, incluyendo además de las parroquias ycapillas de los centros de día, comedores y merenderos donde se brinda la copade leche, y otras dependencias a cargo de la Iglesia donde se predica, pero nose realizan misas.
Menos profesos de formación
En cuanto a la cantidad de pastores, Ghione calcula que son unos 2.500en toda la ciudad, número que seguramente responda a las menores exigencias alas que someten a quienes tienen vocación de predicar: los pastores evangélicosno tienen la obligación de respetar el celibato y tampoco son sometidos aprocesos de formación seminarista tan extensos y férreos como los sacerdotes.
En algunas congregaciones, un seminario teológico de tres años da laposibilidad de convertirse en pastor (luego hay un proceso de selección a manosde otros pastores y la posibilidad de hacer maestrías de hasta siete años),contra entre ocho y hasta doce que estudia una persona para convertirse en sacerdote.
Fuente: La Capital de Argentina