BRASIL. – Un puente de gran extensión en la ciudad de Natal (RN) se está marcando como un lugar de suicidios, y para evitar más pérdidas de vidas, un grupo de evangélicos formó un campamento para impedir que las personas desesperadas salten a la muerte.
Inaugurado en 2007 en la capital potiguar, el puente Newton Navarro, es de 55 metros de altura y 1,7 km de extensión, conecta la zona este y norte de la ciudad. Los informes de los residentes de la región indican que diariamente se registran suicidios o intentos, pero el gobierno y el ayuntamiento no crearon una estadística oficial sobre las muertes en el lugar.
El pastor Rubens Medeiros, de la Asamblea de Dios Milagros, se incomodó con la situación e ideó la acción, movilizando fieles voluntarios para actuar como “centinelas” para dialogar con personas que están tratando el suicidio.
El grupo está acampado 24 horas en el lugar, con los voluntarios que se turnan en la vigilancia. “Es una respuesta al gobierno de las redes de seguridad cada vez instaladas desde la creación del puente, a pesar de las resoluciones judiciales”, dijo el ministro durante una entrevista con la filial de la SBT en la región.
“Nunca había visto a nadie querer saltar, es aterrador y contribuir a evitar el suicidio y salvar una vida fue mi mayor alegría”, subrayó una de las voluntarias.
De acuerdo a la información del Portal No Ar, hasta el momento 16 personas han sido persuadido para abandonar el intento de quitarse la vida.
“Nos quedamos aquí, evangelizando y prestando atención a las personas. Cuando identificamos a un posible suicida, pasamos un mensaje por radio a alguien que está en lo alto del puente, pasando las características físicas y vestimentas. Son abordados por los hermanos”, explicó Elisángela Leonés.