Mat 10:2-3 Los nombres de los doce apóstoles son estos…Bartolomé…
El racismo está basado en sentimientos de superioridad. Es un pecado horrible que ha alimentado el odio y conflictos por siglos, dividiendo naciones enteras y trayendo gran miseria. Pero el prejuicio es más condenable cuando ciega a la gente a la Palabra de Dios. El profeta Jonás fue tan prejuicioso en contra de los asirios, que rehusó ir a Nínive a predicarles. Aun cuando Dios lo convenció de obedecer, él quería morirse porque la gente de Nínive se había arrepentido y Dios los había perdonado.
El prejuicio también alzó su cabeza en Natanael, cuyo apellido era Bartolomé (que significa hijo de Tolomai) Juan 1:45-46 dice: “Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? ” Natanael era un estudiante de la Palabra y estaba buscando al Mesías, pero no podía entender cómo el Mesías podría venir de Nazaret.
Nazaret se pone al margen del mundo judío, es la última parada antes de territorio gentil. Quizá la gente de Caná, ciudad natal de Natanael, era más refinada y educada que la gente de Nazaret. Cualquiera que sea la causa, la perspectiva de Natanael parecía ser: “nada más que problemas pueden salir de Nazaret”
El prejuicio ha cegado a muchas personas al Evangelio. Los líderes religiosos judíos rechazaron a Jesús porque no encajaba en su idea de Mesías, no era de Jerusalén y no había sido enseñado en sus sinagogas. Afortunadamente el deseo de conocer la verdad dominó el prejuicio de Natanael y vino a Jesús.
Quizá tengas familiares o amigos que están resistiendo el Evangelio por el prejuicio. Si es así, no te desanimes y ¡no te rindas! Jesús rompió con el prejuicio de Natanael y lo redimió y ha hecho lo mismo por millones de personas.
Por John MacArthur