EE.UU.- El testimonio de ex homosexuales Janet Boynes ha servido para impactar las vidas de cientos de personas en los Estados Unidos y también fuera del país, como el ex transexual Jeffrey McCall, que es en la actualidad uno de los organizadores de la Marcha por la Libertad, que reúne a todos los años a varios ex-gays en las calles de las capitales.
Janet dijo al programa “The Prayer Link” de CBN News que encontró en la iglesia ayuda para hacerle frente a los traumas que le llevaron a la homosexualidad.
“La Biblia dice que el pecado es divertido sólo por un momento”, dijo Janet Boynes. “Mi vida estaba tomando una espiral descendente, pero el Señor estaba trabajando en mi corazón“, agregó.
Hoy Janet actúa en un ministerio de la iglesia Asamblea de Dios de Maple Grove, en Maple Grove, Minnesota, orientado al público de ex-LGBT. Se trata de personas, como el ex transexual Jeffrey McCall, que buscaba ayuda para lidiar con aflicciones de varias órdenes.
“Queremos ayudarles y llevarlos a un consejo apropiado, involucrarlos con su iglesia y conversar con las iglesias de todo el país sobre cómo pueden trabajar con aquellos que están en dificultades”, explica Janet.
Jeffrey vivió durante muchos años como Scarlet. Él creía que su identidad era la femenina, pero al comprender cómo se desarrolló su orientación sexual, él pudo tomar una decisión que cambió radicalmente su estilo de vida, liberándose del pecado que le esclavizaba.
Él contó que, al oír el Evangelio, las “heridas profundas” fueron sustituidas por una “profunda cura”.
El ex transexual recordó el momento en que oyó en secreto la predicación del pastor Jentezen Franklin, y como eso fue importante en aquel momento.
“Él habló sobre esas heridas profundas que a veces tenemos, y sobre cómo el Señor puede curarlos”, contó.
“Este fue un mensaje que específicamente llamó mi atención, sabiendo que había un proceso de curación que el Señor podría dar a cualquiera de nosotros”.
Jeffrey no entendía cómo podía vivir para Dios, porque, así como muchos, creía que no era posible ser un ex transexual. Sin embargo, poco a poco percibió que el Espíritu Santo de Dios es quien produce el cambio cuando el ser humano asume un compromiso con Él.
“Le dije a Dios: ‘¿Yo voy a vivir para ti?’ ‘Yo dije: Sé que hay algo más que sólo la iglesia, hay algo que sucede en la vida de las personas donde tienen alegría y paz’. Y oí a Dios decir: ‘Sí, usted vivirá por mí’”, dijo.
Desde entonces Jeffrey y Janet trabajan juntos como testigos vivos de que sí, es posible cambiar, abandonar el pecado de la sexualidad contraria a la naturaleza creada por Dios, en pro de una relación auténtica consigo mismo, pero principalmente con Jesucristo.