Siete cristianos fueron expulsados de sus hogares, en la provincia de Salavan, en Laos, luego de que se negaran a renunciar a su fe, a pesar que una ley nacional protege su libre ejercicio de religión.
Los cristianos fueron reubicados en unas chozas improvisadas en el bosque, donde viven sin ninguna comodidad básica.
Las autoridades de la aldea no le permiten a los familiares u otras personas que les ayuden en ningún tipo, pese a que lo están necesitando.
“Los miembros de su familia están demasiado asustados para ayudarlos y temen que ellos también sean expulsados de sus hogares si se atreven a brindar alguna ayuda”, dijo un aldeano a la fuente
Agregó que “no tienen comida ni ropa y no saben a dónde acudir en busca de ayuda”, dijo el aldeano.
Las autoridades de la aldea no permitirán que familiares u otras personas les ayuden.
En Laos, el cristianismo es descrito como un credo subversivo que socava los valores tradicionales laosianos.
Muchas comunidades rurales en Laos, los cristianos se enfrentan a diversas formas de discriminación tanto por parte de la población local como de los funcionarios locales.
El país aprobó una ley que fortalece la protección de los cristianos y permite a los creyentes practicar su fe con algunas restricciones.
Sin embargo, los grupos cristianos de Laos dicen que los funcionarios de las zonas rurales han seguido amenazando y oprimiendo a los creyentes.
Los conversos al cristianismo en Laos enfrentan las formas más severas de persecución cristiana.
Abandonar el budismo o las creencias animistas tribales se considera una traición a los miembros de la familia y a la comunidad.
El puntaje general de persecución, Laos aumentó en un punto el año pasado, principalmente debido a que se informó de más violencia contra los cristianos.
