Cerca de 600 niños en Irak participaron en un programa de refugiados, donde recibieron Biblias y escucharon el Evangelio. Tras recibir a Cristo, los pequeños compartieron con sus padres las Buenas Nuevas. La mayoría de sus padres, de religión musulmana, terminaron por aceptar a Jesús como Señor y Salvador.
Un misionero* que trabaja con refugiados en el norte de Irak, cuyo nombre no puede ser revelado por razones de seguridad, dijo a Christian Aid Mission que recientemente, 600 niños participaron en un programa de refugiados, donde recibieron Biblias y escucharon el Evangelio.
Después de oír de Jesús, un niño de 10 años decidió poner su fe en Cristo, dijo el misionero. “Esa noche, les pedimos a los niños que les dijeran a sus padres lo que escucharon y que compartieran la historia de Jesús con todos”, explicó. "El padre de Mahmood* vino al día siguiente quejándose de nuestra influencia en la decisión de su hijo de aceptar a Cristo".
Como musulmán, el padre del niño estaba molesto y asustado por la reacción de la comunidad después de escuchar a su hijo decir: "Me convertí en un seguidor de Cristo". “Su padre nunca había escuchado una palabra sobre Jesús, así que nos dio la oportunidad de hablar sobre Cristo y su salvación”, dijo el misionero. "No mucho después de eso, aceptó a Cristo y le llevó la Biblia a su esposa y sus dos hijas".
Reveló que otros padres también se acercaron al director del ministerio con quejas sobre sus hijos. Sin embargo, también terminaron confesando a Jesús como salvador. "El padre de Mahmood* ahora tiene un estudio bíblico en su casa todos los viernes a las 10 a.m.", dijo el misionero. "Oramos y esperamos que todos los seguidores de Mahoma se vuelvan a Cristo pronto".
(*) Nombres modificados u omitidos por razones de seguridad