Sant 2:18-20 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
En los últimos años ha habido un alarmante aumento en el número de cristianos profesantes que creen que no hay una relación necesaria entre lo que creen y lo que hacen. Ellos dicen que no puedes juzgar la condición espiritual de una persona por lo que hace porque la salvación es un asunto de fe solamente, como si el requerir obras violara el principio de la fe.
Ese era el tipo de razonamiento que llevó a Santiago a emitir este desafío: Tú tienes fe, y yo tengo obras, muéstrame tu fe sin las obras y yo te mostraré mi fe por mis obras (Sant 2:18) la palabra griega traducida como mostrar significa exhibir, demostrar o poner en exhibición. Su argumento es simple: es imposible verificar la fe verdadera separada de una vida santa porque la doctrina y la acción son inseparables.
¿Puedes saber si alguien es cristiano al ver su comportamiento? De acuerdo a Santiago, ¡esa es la única forma de saberlo! En el verso 19 dice: Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. En otras palabras afirmar una doctrina ortodoxa no es necesariamente una prueba de fe salvadora. Los demonios creen en la unidad de Dios y sus implicaciones les llenan de miedo pero no son salvos. La frase bien haces es intencionalmente sarcástica. La implicación es que la fe demoniaca es mejor que una fe que no responde porque por lo menos los demonios tiemblan, lo cual es mejor que ninguna respuesta en absoluto.
No puedes ser un cristiano de credo solamente, debes ser uno de conducta también. Santiago lo deja muy claro. No te confundas o seas engañado por aquellos que enseñan lo contrario. Apunta tu vida continuamente a darle la gloria a Dios a través de la aplicación de obediencia a la verdad bíblica.
Por John MacArthur