2 Cor 10:5 llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo
La naturaleza de la batalla por tu mente está claramente presentada en 2 Cor 10:3-5 “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”
Lo primero que necesitas saber acerca de la batalla por tu mente es que no se pelea en el plano del ingenio humano o habilidad. No puedes ser más astuto o superar la carne o al diablo por ti mismo. Tus armas deben ser divinamente poderosas si vas a ganar un conflicto espiritual.
Los principales objetivos que deben ser destruidos son las fortalezas de la mente. La Versión Reina-Valera utiliza la palabra “fortalezas”. Las fortalezas son patrones negativos de pensamiento que están pegados a nuestra mente ya sea por repetición a través del tiempo o a través de una experiencia traumática.
Los pensamientos determinan el comportamiento y los patrones de pensamiento determinan temperamentos. Las fortalezas se revelan en temperamentos no cristianos y en patrones de comportamiento. Una mentalidad impregnada con desesperanza hace que aceptemos como inmutable algo que se conoce que es contrario a Dios.
¿Cómo se establecen estas fortalezas destructivas en nuestras mentes? Generalmente son el resultado de una serie de pasos sutiles que nos alejan del plan que Dios tiene para nosotros y nos empuja a un comportamiento de Plan B.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor determino preparar mi mente para la acción hoy y a evitar la pasividad en mi pensamiento porque Satanás ama la pasividad.