SRI LANKA. – Tras el ataque el 21 de abril que mató a 359 personas en Sri Lanka, con la mayoría cristiana, el gobierno del país decidió ordenar el cierre de todas las iglesias del país para la seguridad, buscando a prevenir futuros ataques.
La desconfianza de las autoridades es que todavía puedan existir personas ligadas a los radicales islámicos responsables de la masacre en el país durante la celebración de la última Pascua el fin de semana.
“El consejo de las fuerzas de seguridad, mantiene cerradas todas las iglesias”, dijo una fuente local para la agencia de noticias francesa AFP, señalando que “no hay misa pública y no se llevará a cabo hasta nuevo aviso”.
Cerca de 500 personas resultaron heridas y 359 murieron. El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó la autoría de los atentados. Hasta la fecha, se identificaron ocho de los terroristas, de acuerdo con TV I24.
El portavoz de la policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, dijo que otros 18 fueron detenidos sospechosos de haber participado en los ataques, con lo que el número de investigados haciende a 58. Hasta que un empresario local, dueño de una fortuna, fue detenido junto con sospechoso de terrorismo.
Mohammed Ibrahim es el padre de uno de los terroristas, Ilham Ahmed Ibrahim, es el responsable de la bomba que estalló en el hotel de lujo, Cinnamon Grand.
El pastor brasileño Silas Malafaia, líder de la Iglesia Asambleas de Dios Victoria en Cristo, criticó la forma en que los medios de comunicación han manejado el episodio, evitando la exposición de la motivación con la “cultura” asociada con el radicalismo islámico.
“Europa rechazó el cristianismo. Impidió la predicación en plaza pública, distribución de material gráfico, y ahora están conviviendo con el islamismo”, dijo el pastor.
“Uno de los mayores oradores musulmanes, en Noruega, [hizo un discurso] mostrando que esas posiciones de castigar a Occidente no son del extremismo islámico, forma parte de su cultura”, dijo Malafaia.