El gobierno de la India decidió retirar varias cruces y estatuas de un cementerio cristiano ubicado en el estado de Karnataka, informó Premier Christian Post.
Denunciantes que prefieren el anonimato, señalaron que los funcionarios del gobierno central retiraron las cruces y estatuas por la fuerza, luego de ser presionados por grupos nacionalistas hindúes de derecha.
El argumento oficial es que los cristianos estaban comenzando a invadir tierras del gobierno, a pesar de que han ocupado los 4.5 acres sin problemas durante los últimos 40 años.
Según el organismo, International Christian Concern (ICC), parte de la tensión surgió porque la comunidad cristiana supuestamente estaba usando el espacio para el Vía Crucis y las reuniones de oración durante la Cuaresma.
El gobierno e hindúes nacionalistas, acusaron a la comunidad de perseguir al resto de habitantes y de utilizar los servicios para tratar de convertir forzadamente a las personas.
Entre los artículos retirados había una representación de Cristo de 12 pies de altura.
El arzobispo de la región, Peter Machado, dijo: “Es muy triste, desafortunado y lamentable que la policía, cediendo a la presión de unos pocos extraños, haya retirado con fuerza la estatua del Señor Jesús”.
“Es un golpe para la armonía comunitaria de las personas en nuestros pueblos y también una violación de la libertad religiosa que nos garantiza la Constitución de la India”.
Machado señaló que la tierra fue “legalmente entregada a la Iglesia por el gobierno”.
El religioso agregó: “Tenemos documentos para demostrar la propiedad. Es lamentable que los funcionarios derribaron la estatua y las cruces sin siquiera permitirnos escucharnos”.
“Los cristianos de Bangalore consideran inaceptable la remoción forzada de la estatua del Señor Jesús en nuestro cementerio legalmente asignado en Doddasagarahalli y estamos muy conmocionados y condenamos esta acción de alto nivel de las autoridades locales”.
“Solicitamos a las autoridades que tomen medidas contra los autores de tales actos que han dolido a la comunidad”.
Por su parte, Open Doors clasifica a India como el décimo lugar más peligroso para vivir como seguidor de Jesús.
“Los radicales hindúes a menudo atacan a los cristianos con pocas o ninguna consecuencia”, señala la organización benéfica.
“La opinión de los nacionalistas hindúes es que ser indio es ser hindú, por lo que cualquier otra fe, incluido el cristianismo, es vista como no india. Además, los conversos al cristianismo de orígenes hindúes o religiones tribales a menudo son extremadamente perseguidos por sus familiares y comunidades”.
Desde que el primer ministro Narendra Modi asumió el cargo, los ataques contra los cristianos se dispararon dramáticamente.