Científicos del Imperial College de Londres empezarán a inmunizar a gente en Gran Bretaña esta semana con su vacuna experimental contra el coronavirus. En tanto, la farmacéutica Sanofi y el gobierno francés anunciaron una inversión de más de 800 millones de euros (890 millones de dólares) como parte de la carrera mundial para obtener una vacuna eficaz.
Según un comunicado del gobierno británico, 300 personas sanas recibirán dos dosis de la posible vacuna contra el COVID-19 desarrollada en el centro, que ha recibido 41 millones de libras (51 millones de dólares) de fondos gubernamentales.
Por el momento, la vacuna desarrollada por el Imperial College ha sido probada únicamente en animales y en el laboratorio, donde produjo niveles de anticuerpos mucho más altos de los habituales en personas infectadas.
Muchos científicos han advertido que la pandemia sólo podría detenerse con una vacuna efectiva, que normalmente tarda años en desarrollarse.
El gobierno británico dijo en un comunicado que se inmunizará a 300 personas con dos dosis de la vacuna experimental contra el COVID-19 desarrollada por el Imperial College, la que ha recibido 41 millones de libras (51 millones de dólares) en fondos oficiales.
Robin Shattock, que encabeza la investigación en el Imperial, dijo que la ventaja de su vacuna es que requiere una cantidad pequeña: la dosis es la centésima parte de la que ensayan en Estados Unidos los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés) y Moderna Inc. Esto significa que se podrían fabricar millones de dosis en relativamente poco tiempo.
“Si el gobierno del Reino Unido quiere comprar suficientes vacunas para la población del país, ya tenemos montada la infraestructura para entregarlas en los primeros dos trimestres del año próximo”, dijo.
En tanto, Sanofi trabaja en una vacuna que espera ensayar en seres humanos en los próximos meses y obtener la aprobación el año entrante.
La empresa prometió el martes invertir 610 millones de euros (680 millones de dólares) en una planta de producción de vacunas y un centro de investigaciones en Francia para poder producir en mayor escala para futuros riesgos de pandemia”.
El presidente francés Emmanuel Macron visitó un laboratorio de Sanofi junto con el CEO de la empresa, Paul Hudson, y anunció que su gobierno invertirá 200 millones de euros para reducir la dependencia francesa de otros países en materia de vacunas y otros medicamentos.
Macron ha propuesto que se considere a las vacunas un “bien común” de la humanidad no sujeto a las presiones del mercado.
La vacuna del Imperial emplea filamentos sintéticos de código genético basados en el virus. Una vez inyectada en el músculo, las propias células del cuerpo reciben instrucciones para realizar copias de una proteína en el coronavirus. Esto debería desencadenar una respuesta inmune para que el cuerpo pueda combatir cualquier futura infección con COVID-19.
El doctor Doug Brown, presidente de la Sociedad Británica de Inmunología, dijo que en teoría la tecnología empleada por el Imperial College debería conducir a la inmunidad a largo plazo contra el coronavirus, pero que por ahora se la debe someter a pruebas rigurosas. Brown no participó de las pruebas.
La Universidad de Oxford inició recientemente un estudio avanzado con 10.000 voluntarios y Estados Unidos se apresta a realizar en julio estudios con 30.000 personas en quienes se pondrán a prueba diversas posibles vacunas, incluidas la de Oxford y la de los INH y Moderna Inc.
Los científicos nunca han creado tan rápidamente vacunas a partir de cero y dista de estar claro si alguna de ellas resultará segura y efectiva. Con todo, Gran Bretaña, Francia, Holanda, Alemania, Estados Unidos y otros países han pedido millones de dosis por adelantado.
Shattock dijo que, en caso de ser eficaz, la licencia para fabricar la vacuna del Imperial no será otorgada a un laboratorio farmacéutico en particular, sino que varios socios en el mundo recibirán permiso para producirla como parte de un “negocio social” sin fines de lucro.
“No podemos proveerla sin costo porque su fabricación cuesta dinero”, dijo. “La proveeremos al costo con un pequeño porcentaje y ese pequeño porcentaje variará de acuerdo con la situación económica del país”.
La Organización Mundial de la Salud observó el lunes que se han reportado 100.000 infecciones nuevas cada día durante las últimas dos semanas y que la mitigación de las restricciones en muchos países ha provocado un nuevo pico.