La hambruna podría estar afectando más a los refugiados cristianos en el Líbano, tras la explosión que se registró el pasado cuatro de agosto.
Los medios de comunicación indican que ese país enfrentaba serios problemas políticos e inestabilidad económica. Pero, tras la explosión ocurrida en un puerto de la capital Beirut, puede incrementar más los problemas de hambruna, porque los alimentos y elementos básicos para sobrevivir se destruyeron en el incidente.
Raoul Nehme, Ministro de Economía del Líbano, aseguró que el país solo cuenta con reserva alimentaria de tres meses, según Guiame.
Ante la crisis las iglesias locales están sobrecargadas de necesitados, a quienes ayudan en sus necesidades.
La organización Puertas Abiertas está en asociaciones para ayudar a los refugiados cristianos en el Líbano. Sin embargo, ya está en estudio cómo la organización internacional puede marcar la diferencia en este momento delicado en el país.
El Líbano es un país con el mayor número de refugiados a nivel mundial, la mayoría de ellos de Siria. La Oficina de coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, indica que el 55% de los sirios sobreviven con menos de 2,90 dólares al día, una cifra considerada por debajo del umbral de pobreza por el Banco Mundial.
“Intercedido a través del Líbano, para que Dios tenga misericordia de la población y por encima de sus necesidades. Oren para que las iglesias locales puedan mostrar el amor de Cristo en este momento y para que más personas se entreguen a Jesús” es la petición de Puertas Abiertas, a los cristianos de todo el mundo.
El incendio inició en un almacén donde se guarda una gran cantidad de nitrato de amoníaco en el puerto de la capital Beirut. Además de la destrucción de edificios en la región, el incidente ha dejado hasta ahora 157 muertos, 5.000 heridos y 300.000 personas sin hogar.