En septiembre de 2012 varios medios de comunicación publicaban que “Jesús tuvo esposa”. La prueba de ello era un fragmento de papiro que Karen L. King, una contrastada investigadora de la Universidad de Harvard, sacaba a la luz pública por primera vez.
El fragmento tenía el tamaño de una tarjeta de crédito y algunas frases inconexas, entre las que se podía leer “Jesús les dijo: mi esposa...”. La investigadora consideraba que se trataba de un fragmento muy antiguo y daba fiabilidad a la fuente de la que lo obtuvo.
Sin embargo, desde entonces varios expertos cuestionaron el hallazgo, considerando que hay muchas falsificaciones circulando en el campo de la arqueología.
Por ejemplo, el especialista en copto antiguo Christian Askeland encontró similitudes significativas con un papiro falso del evangelio de Juan de 1920. Otro experto, Mark Goodacre, consideraba que las evidencias de la falsedad eran “abrumadoras”.
Esta semana Karen L. King ha admitido que el fragmento probablemente sea falso. En la entrevista con The Boston Globe, dijo que a ella le mintió el dueño del fragmento, el empresario de Florida, Walter Fritz. Por su parte el hombre de negocios rechaza que haya falsificado el fragmento.
La profesora había dicho desde el principio que el fragmento no podía ser considerado una prueba de que Jesús estuvo casado, solo que ese aspecto fue discutido entre los primeros cristianos.
La revista teológica de Harvard también publicó una refutación del profesor Leo Depuydt de la Universidad de Brown.
“Como falsificación, es mala hasta el punto de no tener sentido”, dijo Depuydt al Boston Globe. “No me compro el argumento de que es sofisticado. Creo que pudo haber sido hecho en una tarde por un estudiante”.
Recientemente, la Escuela de Divinidad de Harvard (HDS) actualizó el sitio web oficial de la investigación del “Evangelio de la esposa de Jesús” con un comunicado, refiriéndose a las últimas informaciones periodísticas. “Agradecemos a los muchos estudiosos, científicos, técnicos y periodistas que han dedicado sus conocimientos para la comprensión de la historia y el significado del fragmento de papiro. Harvard agradece a estas contribuciones y continuará tratando las cuestiones planteadas por ellos con toda la seriedad que se merecen”.