BRASIL. – Un nuevo caso de suicidio en el medio evangélico reavivó el debate sobre el tema, motivando una discusión que alienta a las personas con depresión a vencer prejuicios y buscar ayuda.
El hijo de un pastor se quitó la vida y fue encontrado por su padre, que compartió su dolor y animó a que jóvenes con problemas emocionales a que se abran para que puedan ser ayudados.
El hijo del apóstol Cesar, vinculado al Ministerio Internacional de la Restauración (MIR), encabezado por René Terra Nova, perdió a su hijo, Cesinha, el pasado 28 de abril. Un audio de lamento del líder evangélico neopentecostal viene recorriendo las redes sociales desde entonces.
En la grabación, el pastor no contuvo la emoción y advirtió sobre la necesidad de estar atento a las situaciones que pueden llevar a los jóvenes a quitarse su propia vida. “Desgraciadamente encontré a mi hijo colgado con un cinturón de jiu-jitsu a las 7 de la mañana”, contó César, añadiendo que había tomado la iniciativa de abrirse sobre el asunto para evitar que casos como el de su hijo se repitieran.
“Ustedes necesitan abrirse con sus padres, necesitan pedir perdón, liberar el perdón, ustedes necesitan pedir socorro”, alentó César, enfatizando que no se debe dejar “la depresión o cualquier otro tipo de problema” dominar la vida.
“Usted tiene padre, ustedes tienen mamá, tíos, tías … y cuando un amigo les envíe un mensaje a ustedes, alerten a sus padres”, imploró. “Si ustedes me hubieran avisado, mi hijo estaría aquí conmigo hoy, no habría ocurrido lo que sucedió”.
Al final, César dice que cree que algo positivo puede ser sacado de la tragedia: “Mi hijo se fue, pero ustedes están oyendo mi voz. Espero que ninguno de ustedes haga esto, si abran, abran el corazón de ustedes, dejen a Dios trabajar en su vida. ¡Dios los bendiga a todos!”.
La psicóloga Marisa Lobo dio un mensaje en las redes sociales, haciendo hincapié en que “la depresión no es la frescura es la enfermedad”, y así debe ser tratado. “No es pecado. La Depresión mata, y la ignorancia, el fanatismo también”, advirtió, rebajando la falacia que esa dificultad resulta de una vida espiritual vaciada.
“Necesitamos hablar de depresión y suicidio, en las iglesias, de forma acogedora y no juzgadora. Hoy fue el hijo del querido pastor Cesar, mañana puede ser un ser querido suyo”, puntuó.
En su mensaje, Marisa Lobo también destacó que el desahogo terapéutico tiene gran valor y que expresiones de amor y disposición para el diálogo con quien necesita atención pueden curar a alguien deprimido. “Perfecto serás en el cuerpo del alma y el espíritu”, escribió la psicóloga, citando I Tesalonicenses 5:23.
“Vamos a abrir nuestra mente en el nombre de Jesús. El diablo está destruyendo a familias enteras por esta maldición, llamada depresión, que es entendida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como ‘Mal del siglo’. Despierta iglesia. Que Dios tenga misericordia de esta familia y de este joven”, finalizó.