TENNESSEE, EE.UU.-Un hombre de fe ha sido visto como un héroe en Estados Unidos tras aprehender a dos delincuentes que escaparon de la cárcel y mataron a dos oficiales en el estado de Tennessee.
Además de matar a los policías, los criminales Donnie Rowe y Ricky Dubose robaron cinco vehículos, invadieron dos casas, secuestraron a una pareja de ancianos y llevaron a la policía a una intensa persecución hasta ser detenidos por Patrick Hale, un ciudadano común.
Cuando supo que los criminales habían sido localizados en su vecindad, Patrick, de 35 años, comenzó a prepararse para lo peor. “Eran las 6: 46 horas cuando cargué todas las armas que tenía en casa para estar preparado, si necesitaba usarla”, afirmó en una rueda de prensa junto a su esposa e hija.
Al minuto siguiente, vio a dos hombres saltando una cerca de alambre, no muy lejos de su jardín. “A las 6:47 oré como nunca había orado antes”, contó Patrick. En vez de esconderse, Patrick decidió actuar – él llamó a la policía, tomó a su hija y entró en su carro. Cuando comenzó a salir del garaje, observó que los sospechosos estaban cerca.
“Ellos empezaron tirar sus camisas y agitarse por nosotros, como si estuvieran pidiendo que nos quedásemos tranquilos”, recuerda Patrick. Pero él continuó saliendo con su carro y, “por algún motivo, empezaron a rendirse y se acostaron en mi calle”.
Tres minutos después, 45 policías estaban en el lugar para arrestar a la pareja de criminales, terminando una cacería de 60 horas desde que escaparon de la prisión el martes (13).
Patrick cuenta que nunca utilizó ninguna de sus armas y cree que los sospechosos confundieron su carro con un vehículo de la policía. “Si eso no te hace creer en Jesucristo, yo no sé que más haría”, reforzó.
Las autoridades estaban ofreciendo una recompensa de 130 mil dólares para quien capturara a los sospechosos, aunque Patrick dijo que no era consciente de ese valor cuando detuvo a los bandidos.
Patrick todavía afirma que está sorprendido por ser apodado héroe por simplemente haber llamado a la policía. “Aunque tengamos armas en casa, nunca tuvimos que usarlas”, dijo. “Eso, para mí, es algo de Dios”.