Un culto en una congregación de las Asambleas de Dios fue interrumpido por una mala acción causada por un extraño, quien, después de invadir el templo, comenzó a ofender a los fieles y a tratar de golpearlos.
El hombre, del cual no se reveló su identidad, tiene 41 años, llegó a la iglesia el domingo 1 de diciembre en el barrio Jardim Petrópolis, en la ciudad de Nobres (a 120 km de la capital, Cuiabá, Brasil), alrededor de las 4:10 p.m.
El hombre estaba borracho y, sin razón aparente, se enojó y maldijo a los fieles, quienes ante el cambio de comportamiento comenzaron a pedirle que abandonara el lugar, según la información del medio O Livre ,
La reacción del agresor fue violenta , el hombre tiraba golpes a todo el que se interpusiera en su camino, pero muchos de ellos se unieron para detenerlo.
La policía militar le dio seguimiento y encontró al hombre inmovilizado, y lo llevaron a la estación de policía de la ciudad, donde el episodio fue registrado como un hecho atípico, de una naturaleza diferente.
Hay muchas situaciones como estas que se están volviendo cada vez más comunes en las iglesias de todo Brasil, y porque no decirlo en el mundo.
De repente vemos que personas ajenas ingresan con conductas no normales, unas que otras bajo algún efecto, otras incluso hasta poseídas por el mismo demonio.
La iglesia juega un papel fundamental y tiene que estar preparada no solo espiritualmente, sino ante cualquier tipo de actos fuera de lo cotidiano.
Hay algunas indicaciones ante este tipo de situaciones perturbadoras que brindan algunos pastores: