TEXAS, EE.UU.- La ex mujer de Devin Kelley, el hombre responsable de la masacre en una iglesia bautista en Texas hace poco más de una semana, dijo que su ex marido tenía “muchos demonios dentro de él” y la había amenazado con matar a su familia entera, con anterioridad.
“Él tenía muchos demonios y mucho odio dentro de él”, dijo Tessa Brennaman, de 25 años, al programa “Inside Edition”, hablando sobre Kelley, que mató a 25 personas, incluyendo niños y ancianos, en la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs principios de este mes.
Durante su testimonio para el programa, Tessa se acordó de un día en que él la amenazó: “Él tenía un arma en la funda, entonces él tomó el arma y me puso en mi frente y me dijo: ‘¿Quieres morir, quieres morir?”.
La pareja finalmente se divorció en 2012 y, en 2013, Kelley se declaró culpable de intentar ahorcar a su esposa, además de tirarla por los cabellos y agredirla con patadas. También se declaró culpable de golpear la cabeza y el cuerpo de su hijo, rompiéndole el cráneo al niño. Posteriormente el hombre fue condenado a un año en una prisión militar.
Más tarde, fue expulsado de las Fuerzas Armadas por haber sido acusado de mala conducta.
La semana pasada, la Fuerza Aérea de Estados Unidos admitió que no había notificado a las autoridades federales sobre la condena, lo que significaría que Kelley no tendría autorización para comprar el rifle Ruger AR-556 y dos armas de mano que él usó en el tiroteo.
Jessika Edwards, ex sargento de la Fuerza Aérea, que dijo que trabajó con Kelley en la Base Aérea Holloman en Nuevo México, dijo a CNN que Kelley a menudo “se planteó problemas”. “Era problema detrás de un problema”, dijo la militar. “Él hacía ‘chistes’ sobre querer matar a alguien”, dijo ella.
El tiroteo, que además de las 25 muertes, dejó otros 20 heridos, resultó de una pelea doméstica involucrando a Kelly y su suegra, que se congregaba en la iglesia, pero no estuvo presente el día de la tragedia.
Poco antes del tiroteo, Kelley participó en un evento en la iglesia actuando extrañamente y vestido de negro, alertando a algunos miembros sobre algún tipo de “peligro”. Judy Green, una de las mujeres que integran la membrecía de la iglesia, dijo que estaba “completamente distante y fuera de conciencia”.
“Él ni siquiera parpadeaba – él sólo lo miraba todo”, dijo ella. “Había algo mal en todo esto, estaba pensando en eso, y eso fue lo que me asustó”.
Varios líderes evangélicos condenaron el tiroteo como “satánico”, incluido el fundador de la organización cristiana Enfoque a la Familia dijo el Dr. James Dobson.
“Shirley y yo estamos con el corazón partido por el horrible tiroteo que hubo en la iglesia”, dijo. “Las palabras no pueden expresar la tristeza que sentimos por los moradores de esta pequeña comunidad de Texas que fue destruida por un acto verdaderamente hediondo y sin sentido. Trágicamente, como un pastor dijo cuando fue entrevistado, éste fue un acto demoníaco de asesinato”.