JERUSALÉN, ISRAEL.- La iglesia del Santo Sepulcro, ubicada en el centro de Jerusalén, cerró las puertas a mediodía de este domingo (7.00 GMT) como una forma de protesta contra un nuevo impuesto del gobierno de Israel.
Los responsables del templo no informaron por cuánto tiempo quedará cerrada. Administrado por católicos, armenios y ortodoxos, fue erigido para marcar el lugar donde, según la tradición, fue enterrado el cuerpo de Jesucristo después de la crucifixión.
Esta es otra acción de grupos cristianos contra un nuevo impuesto para los templos determinado por el gobierno israelí. “Como protesta, decidimos tomar esta medida sin precedentes y cerrar la iglesia del Santo Sepulcro”, afirmaron los directores del templo en un comunicado oficial.
Ellos reclaman que las medidas recientes del gobierno es obligar a las iglesias de la ciudad a pagar impuestos lo que sería “una campaña sistemática contra las iglesias”. También critican el proyecto de ley que permitiría expropiar las propiedades de la iglesia, en discusión en la Knesset, el Congreso de Israel.
La llamada “Ley de Tierras de la Iglesia”, ya fue firmada por 40 miembros de la Knesset, y fue llamada “discriminatoria y racista” en la nota firmada por Teófilo III, Patriarca Ortodoxo de Jerusalén, Francesco Patton, Custodio Católico de Tierra Santa y Nourhan Manougian, Patriarca Armenio de Jerusalén.
“Este ataque sistemático y sin precedentes contra los cristianos en Tierra Santa viola severamente nuestros derechos más antiguos y soberanos, violando la delicada relación entre la comunidad cristiana y las autoridades desde hace décadas”, dijeron.
Si se aprueba, el proyecto de ley generaría millones de dólares en multas y cobros por supuestas deudas con la prefectura de Jerusalén. “Estas acciones violan los acuerdos existentes y las obligaciones internacionales que garantizan los derechos y los privilegios de las Iglesias, en lo que parece ser un intento de debilitar la presencia cristiana en Jerusalén”.
Después del cierre de la iglesia, el Knesset recordó que la ley no fue aprobada y ninguna cobranza fue efectuada. El alcalde de Jerusalén Nir Barkat defendió la aprobación del proyecto, recordando que las iglesias poseen muchas propiedades exentas de impuestos que no se utilizan como templos, citando el hotel Notre Dame, perteneciente a la Iglesia Católica, como ejemplo.
Con información de las agencias.