Recientemente Vietnam ha sufrido otra ola de Covid-19. El norte del país ha registrado cientos de casos positivos diarios, y la ciudad de Ho Chi Minh se encuentra completamente aislada.
Los cristianos locales, especialmente los creyentes de la congregación Revival Ekklesia Mission (REM), se encuentran en peor situación durante esta reciente ola de contagios.
El 26 de mayo, una pareja que visitó la iglesia dio positivo. El 1 de junio las autoridades identificaron otros 211 casos positivos relacionados con la congregación. Supuestamente, estos casos habrían extendido el virus a otras siete provincias, afectando así a miles de personas.
Este aumento de casos ha llevado a las autoridades a aislar por completo Ho Chi Minh, una de las ciudades más grandes del país. La congregación, siguiendo las restricciones impuestas que prohíben reuniones de más de 20 personas, ha estado celebrando la mayoría de sus reuniones online.
Según declaraciones iniciales de la líder, la reverenda Vo Xuan Loan, únicamente siete personas se encontraban en la iglesia el día que aquella pareja infectada les visitó. Aún así, la licencia de la congregación ha sido «temporalmente suspendida» y ha sido procesada por «propagar una enfermedad infecciosa de carácter peligroso.»
De acuerdo con el vicepresidente de interior, la iglesia sufriría más penalizaciones si se descubría alguna otra infracción. Además, el reciente aumento de casos positivos en la zona ha despertado, según parece, el odio hacia miembros de la congregación, incluida la reverenda Loan, quien se encuentra contagiada de Covid-19 y recibiendo oxígeno.
Un colaborador local de Puertas Abiertas dijo que la familia de la reverenda ha venido recibiendo amenazas, y supuestamente algunos miembros de la iglesia no son bien tratados en las zonas de aislamiento hospitalario. Según algunas informaciones, la iglesia y la reverenda Loan habrían recibido palabras de odio en las redes sociales, comentarios que se habrían extendido para incluir a toda la población cristiana del país.
La reverenda Loan se ha disculpado con todos los afectados en una carta pública por haber sido el epicentro no intencionado del virus, y ha expresado también su agradecimiento a las autoridades por su rápida respuesta ante la situación.
Muchos cristianos locales, incluyendo pastores y sacerdotes, han manifestado públicamente su solidaridad con la congregación, instando a la compasión, puesto que la misma iglesia ha resultado también víctima del virus.
Algunos cristianos de la zona han expresado su preocupación de que el virus pueda convertirse en una excusa en manos de las autoridades para imponer medidas aún más restrictivas contra congregaciones, líderes y sobre todo iglesias domésticas.
Recientemente un colaborador local de Puertas Abiertas informaba de que otra iglesia en Ho Chi Minh habría sido interrumpida mientras el pastor y su familia, un total de cuatro miembros, se encontraban grabando el servicio dominical desde su casa. Las autoridades habrían entrado en la casa y les habrían pedido que dejasen de grabar al no estar respetando las restricciones, a pesar de que estas admiten reuniones de menos de 20 personas.
*Noticia extraída de Puertasabiertas.org