SUECIA.- El mes pasado, el liderazgo de la Iglesia Nacional de Suecia, de confesión luterana, sugirió que las referencias masculinas a Dios, llamadas tradicionalmente por los pronombres “Él” y “Señor” – debían ser descartadas en detrimento de un lenguaje más “inclusivo”.
La mayor denominación del país publicó su nuevo “Manual de la Iglesia”, que establece cómo se harán cultos, bautismos, bodas y funerales.
En ella, los pastores y obispos se les dice que se van a referir a Dios “de una manera neutral.” Es decir, Dios debe ser llamado tanto de “Madre” y “Padre” en las oraciones.
La polémica fue grande, con muchos cristianos quejándose de la postura de la Iglesia, que ignora todas las referencias a Dios en las Escrituras usando pronombres y títulos masculinos. Antje Jackelén, que ocupa el cargo de arzobispa primado, siendo la mayor autoridad de la Iglesia Nacional de Suecia, subrayó que era una “sugerencia” no una obligación.
Pero algunas iglesias pasaron ahora a usar el pronombre neutro “hen” para hablar también sobre Jesús. Ellas defienden que la opción por esta palabra da una “nueva perspectiva” sobre la figura central del cristianismo.
“Hay un movimiento dentro de la denominación para que eso sea revertido, destacando que no es una cuestión de gramática, sino de teología, pues” corroe el concepto de Trinidad y “politiza la fe”, trayendo a la Iglesia un debate que ocurre en el país debido a la amplia aceptación de las personas transexuales siendo que muchos piden que sean tratados por ‘hen’. En estos casos, ello sirve para hablar de alguien cuyo género no es conocido.
Cuando una iglesia en la ciudad de Vasteras usó el término neutro para referirse a Jesús en el material que invitó al culto de Navidad, la cuestión pasó a ser debatida a nivel nacional. La líder de la iglesia Susann Senter y el obispo de Vasteras Mikael Mogren fueron obligados a explicar.
En una declaración publicada esta semana, dicen reconocer que Jesús era hombre, pero que “el género no es el principal aspecto de su identidad”. Afirman además que las personas pueden seguir usando el término “tradicional”, mientras que “esa nueva idea puede ser abrazada” por quien se siente más cómodo. El objetivo sería simplemente promover una “inclusión mayor”.
En una demostración típica de la teología liberal que se encarga de las iglesias europeas, el obispo Mogren destacó que ese debate es positivo y que nadie debería insultar a las personas transgénero durante las discusiones, pues “los trans fueron creados por Dios, sus cuerpos pertenecen a la bella y extraordinaria creación de Dios”.
“Esa discusión me obliga a declarar lo obvio: Jesús comparte la vida de todo ser humano, no sólo de los hombres”, insistió. Finalizó lamentando que la iglesia occidental esté presa a las “estructuras patriarcales” que todavía oprime a las mujeres y niega identidades de género además de hombre y mujer”.
[ Fuente: The Local ]