UCRANIA.- Varias iglesias evangélicas ucranianas están siendo cerradas tras una campaña de represión del gobierno ruso. Desde 2014, dos provincias del este del país y la región semiautónoma de Crimea, en el sur, fueron “anexadas” a la Federación Rusa, que la controla militarmente desde entonces.
En el último mes, las leyes rusas pasaron a ser aplicadas en esos territorios disputados con Ucrania. Como resultado, toda la iglesia ortodoxa puede enfrentarse a sanciones por ser considerado “ilegal” y “potencialmente terrorista”, de acuerdo con la legislación que restringe cómo las iglesias pueden operar en el país.
Líderes evangélicos de la región de Luhansk, controlada por los separatistas rusos, se quejan de las acciones que intentan eliminar la libertad religiosa, según la denuncia de la Asociación Evangélica Eslava.
Las iglesias no ortodoxas están oficialmente prohibidas de realizar cultos y hacer reuniones en casas hasta que obtengan un registro del gobierno. Joel Griffith, portavoz de la Asociación, explica que para obtener el registro y “salir de la ilegalidad”, las iglesias necesitan registrar al menos 30 miembros que vivan dentro de un área específica.
Pero eso no es garantía de que funcionarán normalmente.
“Aparentemente, la distribución de literatura religiosa, incluso dentro de las iglesias, está prohibida sin permiso escrito de las autoridades”, dijo Griffith. “La distribución fuera de los tiempos, ni siquiera se menciona en la ley. Entonces, entendemos que no será permitida”, lamenta.
También reveló que los pastores y líderes de la iglesia en el este de Ucrania creen que la ley va a ser utilizada para enmarcar a los evangélicos en “extremista o actividad terrorista” y “espionaje”, como ocurrió en Rusia, donde hubo detenciones después de la evangelización en las calles.
Conforme a la Asociación Evangélica Eslava, los pastores están dispuestos a “hacer todo lo que puedan en obediencia a Cristo. Vamos a seguir predicando el Evangelio, no importa lo que nos suceda “.
[ Fuente: Christian Today ]