El debate sobre el aborto ha estado muy presente en las últimas semanas en Argentina, donde este martes comienza la discusión política en la Cámara de diputados de un proyecto que pide su despenalización.
El proyecto de ley llamado “Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” busca despenalizar el aborto y obligar por ley al Estado a garantizar la gratuidad de esa práctica.
El texto prevé que mediante una ley especial se reforme el Código Penal para permitir, de forma legal, la interrupción voluntaria del embarazo dentro de las primeras 14 semanas de gestación. El Código Penal vigente desde 1921 en el país suramericano considera el aborto un delito, aunque contempla que “no es punible” en dos casos: cuando es necesario evitar un peligro para la salud de la mujer o cuando el embarazo es producto de una violación.
Es la séptima vez en doce años que se presenta una iniciativa similar, aunque esta vez lleva la firma de 71 diputados, cifra récord. El presidente Mauricio Macri ha anunciado que su partido dará libertad de voto a los diputados al tratarse de una cuestión de conciencia.
La propuesta ha generado una gran atención pública y mediática, en un escenario en el que las redes sociales juegan también un punto de discusión creciente.
CONTUNDENTE COMUNICADO DE ACIERA
Los evangélicos han mostrado mayoritariamente su oposición al aborto y se han posicionado con franqueza a favor de la vida.
En un comunicado emitido este martes, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) defiende “el derecho a la vida, como derecho fundamental y superior a todos los demás, posicionándose a favor de la vida de la madre y del niño por nacer, y expresa su postura en contra del proyecto de la despenalización del aborto, en el marco del debate que se ha instalado”.
Aciera entiende el problema de “la práctica de abortos clandestinos (…) un problema humanitario y de la sociedad actual” y que “las secuelas emocionales del aborto, clandestino o legal, son profundas y difíciles de sobrellevar”, pero “entendemos que la salud pública argentina necesita encontrar propuestas que cuiden y protejan a la madre y a su hijo, y defiendan la vida, tanto de la mujer como la del niño por nacer”.
Así, la organización evangélica considera que el argumento del “derecho a elegir (...) nada dice del derecho a vivir del que está siendo gestado”. Se opone de esta manera a una “ideología favorable al aborto” que “trata de instalar la idea de que solo existe una persona, negando la realidad y el dato duro de la ciencia que afirma que hay dos. La biología, la embriología, la deontología médica, así como las ciencias humanas como el derecho, la filosofía y la antropología demuestran que esa postura es falsa. Nuestra posición en favor de la vida no es confesional o religiosa, sino científica, racional y ética”.
“Nadie puede decidir quién vive y quién no tiene derecho a seguir viviendo, ya que no existe un derecho a matar. El derecho natural y superlativo es a la vida, que es el fundamento de todos los DDHH. En tal sentido, la legislación debe tutelar la vida, ya que no hay derecho cuando la finalidad es la muerte”.
Asimismo, defienden el derecho de los médicos a no practicar intervenciones de aborto dado que “no hay vinculación alguna entre la profesión médica y el aborto, por tal razón no debe enmascararse el aborto como parte del servicio de salud pública, ya que no es propio de la medicina el matar personas inocentes e indefensas. El aborto es contrario a la salud”.
“El aborto no es la interrupción de un embarazo. El aborto intencional es un acto de extrema violencia que termina con la vida de un inocente”, afirma el comunicado de forma tajante.
Desde la Alianza de Iglesias Evangélicas se propone “crear espacios para la discusión seria y profunda” y “desarrollar políticas públicas y acciones privadas que valoren la vida, en especial de los más débiles y desprotegidos y ofrezcan alternativas posibles y viables para la no concreción del aborto”.
Así, postulan fortalecer “la prevención, la educación sexual, el acompañamiento a las mujeres embarazadas, la mejora de la ley de adopción son propuestas alternativas, justas y solidarias” que “fortalecerán nuestra sociedad”.
Finalmente el comunicado pide “a los legisladores nacionales su comprensión acerca de que la vida es el primero de los Derechos Humanos que el Estado debe tutelar desde el momento de la fecundación, votando en contra de la legalización del aborto”.
