Shelton Vishwanathan, un pastor del noreste de la India, fue amenazado por un grupo de extremistas hindúes, a tal punto de ofrecerlo como sacrificio a su Dios mientras le golpeaban la cabeza.
El inconformismo de los extremistas se debe a que el pastor evangelizaba a través de folletos en toda la aldea, a raíz de esto, los hindúes lo detuvieron y le advirtieron que dejara de repartirlos a lo que él contestó “bien”.
En ese momento, el pastor decidió seguir su camino cuando de repente uno de ellos se apoderó de las llaves de su scooter, le quitó el teléfono e indicó a los demás que lo atacaran.
Cuando el pastor por fin pudo recuperar la conciencia, se encontró encerrado en una habitación oscura con golpes en su cuerpo.
“Grité pidiendo ayuda, lloré fuerte esperando que alguien escuchara mis llantos y viniera a ayudarme, pero nadie podía escucharme, estuve tumbado en el suelo sin comida ni agua durante los siguientes días. No me dieron de comer ni de beber”, dijo el pastor Vishwanathan.
Por fortuna, una anciana que vivía cerca del lugar donde se encontraba el pastor, pasó por el lugar y al escuchar sus gritos, llamó a la puerta, relató.
“Ella me dijo que la puerta estaba cerrada con cerrojo desde afuera y que ella me abriría con la condición de que no le dijera a nadie que ella la abrió”, relató.
Vishwanathan, quien dirige una iglesia en casa de 18 personas.
“Tenía mucho miedo de que si los asaltantes se enteraban de que ella abría la puerta, ella también tendría problemas”, detalló.
Después de haber superado ese amargo momento, el líder asegura que si la señora no lo hubiese rescatado no estaría con vida, pues cree plenamente que fue Dios quien la envió para que la ayudara.