En aras de garantizar el principio de la libertad religiosa y además el respeto por la vida, un grupo constituido por iglesias evangélicas de Chhattisgarh-India, denominado Sociedad Evangélica India (EFI), ha pedido al gobierno que brinde protección a quienes han sido víctimas de los ataques extremistas sólo por ser personas de fe.
“También pedimos garantías de que los autores de los ataques sean llevados ante la justicia y arrestados, para que se aplique la ley y no puedan surgir situaciones tan desagradables en el futuro”, dijo un vocero de la organización que comprende más de 60 mil iglesias.
La petición se hizo oficial a través de una carta enviada a un ministro de Estado, a quien se le pide diligenciar una ley que criminalice los enfrentamientos sociales.
Estas disputas obligan a que los seguidores de Dios abandonen su fe, de manera que estos hechos puedan ser penalizados y no se repliquen.
EFI citó un ejemplo de un ataque ocurrido entre el 22 y el 23 de septiembre, en donde una turba se fue contra 16 familias cristianas de Kakdabeda, Singanpur y Tiliyabeda.
En su momento, atacaron las viviendas y los obligaron a desplazarse a otros sitios. Muchos de los ocupantes de los inmuebles resultaron heridos.
Líderes cristianos en Chhattisgarh pidieron que se trate una legislación que penalice el boicot social (UCAN).
Normalmente, los cristianos que viven en tribus tienen la opción de abandonar su fe o ser excluidos de la comunidad y de las actividades sociales
Otras razones de la que sufren los boicots sociales son la casta, la comunidad, los rituales y las costumbres.
En la India sólo hay hasta el momento un estado que prohíbe la exclusión social por factores como la región, por ejemplo, y es Maharashtra.
No obstante, en la ley de 2016 prohíbe toda exclusión social por motivos de casta, comunidad, religión, rituales o costumbres.
Las infracciones pueden ser castigadas con tres años de prisión y una multa de hasta 100.000 rupias.