EE.UU.- Aunque los cristianos están fuertemente contra la pornografía, debido a razones bíblicas y morales, una investigación muestra que algunos continúan consumiendo material pornográfico.
Un estudio publicado recientemente en el Journal of Sex Research descubrió que los protestantes evangélicos son más propensos que las personas no religiosas a tener una incoherencia entre sus creencias y acciones.
Según el autor del estudio, Samuel L. Perry, de la Universidad de Oklahoma, la investigación se realizó con 2.279 norteamericanos que participaron en el análisis Retratos de la Vida Americana (PALS) en 2006.
Alrededor del 10% de los estadounidenses que miraban la pornografía como un acto “moralmente equivocado” habían visto algún contenido pornográfico el año anterior. Este número es mayor entre los evangélicos, que son 2,5 veces más propensos que las personas no religiosas a consumir pornografía.
“Para ponerlo en perspectiva, menos del 6% de las personas no afiliadas religiosamente creen que la pornografía es inmoral, pero consumen de todos modos, en comparación con más del 13% de los evangélicos u otros grupos cristianos”, dijo Perry a IBTimes.
Esta incoherencia, sin embargo, afecta de manera casi exclusiva a los hombres. Perry no encontró evidencia de que las mujeres religiosas son más propensas a consumir pornografía, incluso sabiendo que es moralmente equivocado.
Entre los entrevistados que más frecuentan la iglesia, el 25% de los hombres dijo que ver pornografía es inmoral, pero ellos ven de cualquier forma.
Incoherencia religiosa
Los líderes de ministerios mantienen este vicio oculto en sus vidas y, a menudo, usan sus cargos dentro de la comunidad para ocultar tal debilidad. El escritor Julio Severo dijo que las medidas deben ser tomadas para que las iglesias prevengan contra este peligro.
“El mundo nada ve de mal o anormal las novelas, películas y programas con contenido de desnudez y sexo. Las iglesias no quieren parecer diferentes del mundo. De ahí, acaban cayendo en las mismas trampas, donde las programaciones patentemente pornográficas no son reconocidas como tales, porque todos ya se acostumbraron a las escenas. Es la mundanización de los sentimientos y reacciones de los cristianos y la pérdida del “anticuado” temor a Dios”, afirmó.
“Si el adicto en pornografía y nudismo es un pastor, él necesita arreglarse con Dios y con su familia y, si es posible, pedir ayuda a un pastor de confianza mucho mayor. Si es un miembro de iglesia, él necesita buscar en Dios su liberación y buscar la ayuda de alguien de confianza y que sea maduro espiritualmente para hacer un seguimiento de la situación”, dijo.
