Uno de los más famosos pastores y teólogos contemporáneos, John Piper utilizó su sitio para hablar sobre lo que es necesario para que alguien alcance la salvación. Una encuesta reciente mostró que todavía hay mucha confusión sobre el tema en las iglesias evangélicas. Un número considerable de protestantes cree que tanto la fe como las buenas obras son necesarias para la salvación.
Piper mencionó que la Reforma, que cumplió 500 años el pasado 31 de octubre reiteró la importancia de la justificación y las famosas cinco “solas”, que son doctrinas fundamentales de la fe cristiana que Martín Lutero y otros reformadores enfatizaban.
El “corazón” de la Reforma y del Evangelio, argumentó Piper, es que estamos justificados y, en última instancia, salvos por la gracia de Dios demostrada por la obra redentora de Jesús en la cruz, y no por cualquier obra del hombre.
“Especialmente en lo que se refiere a la salvación del alma, muchos de nosotros todavía tenemos ideas confusas”, escribió Piper. En el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia.
Según Piper, estas afirmaciones teológicas son mejor comprendidas a la luz de la doctrina de la justificación, la acción de hacernos justos a los ojos de Dios.
Citando el pasaje de Santiago 2: 14-17, “la fe sin obras es muerta”, él recordó lo que Lutero decía: “Fe es una cosa viva e inquieta. No puede ser inoperante. No somos salvos por las obras, pero si no hay obras, debe haber algo equivocado con esa fe”.
Por lo tanto, concluye Piper, la “fe que nos salva y justifica nunca viene sola, pero siempre se manifiesta con frutos transformadores. Entonces, cuando Santiago dice que una persona es justificada por las obras, creo que él está diciendo que la fe no está sola, ella será demostrada por las obras”.