Una encuesta realizada por el Grupo Barna muestra que las generaciones más jóvenes criados en la iglesia por lo general no están regresando a la iglesia.
Los datos analizan los resultados de la investigación entre individuos nacidos entre 1965 y 1984.
Los miembros de la generación “Baby Boomer”, nacidos entre 1945 y 1964, que abandonaron la iglesia regresan cuando alcanzan el grupo de edad de 36 a 45 años, después de haberse casado y tenido hijos.
La investigación, coordinada por el profesor asistente de ciencias políticas de la Universidad del Este de Illinois, Ryan Burge, titulado investigador social general, muestra que cuanto más joven es la generación, menos personas regresan a la iglesia.
Al analizar los datos, el profesor vio que desde los nacimientos en 1970 la “joroba” de la tabla se convirtió en una línea recta.
“Esta línea de tendencia es completamente plana: estas personas no regresaron a la iglesia cuando tenían 30 años”, explicó.
El investigador advierte: “La marca ‘retorno a la iglesia’, en la que se han apoyado pastores y líderes religiosos durante décadas, puede estar desapareciendo”.
Durante mucho tiempo, estos líderes religiosos creyeron que los jóvenes que se habían ido regresarían años después. Pero esto ya no está sucediendo.
“Los datos dicen un mensaje claro: las suposiciones que sustentaron el crecimiento de la iglesia de hace dos décadas ya no se aplican. Si las iglesias están sentadas y solo esperan la llegada de todos sus jóvenes cuando cumplan 30 años, es probable que tengan un rudo despertar. La inanición ahora puede estar creando una iglesia que no tiene un futuro fuerte”, agregó.
En comparación con otras investigaciones recientes, como Pew Research, se puede observar que esta eliminación de cristianos ha reducido el número de religiosos en los Estados Unidos.
Solo el 65% de los estadounidenses se consideran cristianos, la tasa más baja de la historia.
En su evaluación de cómo las iglesias pueden responder a la caída actual, Burge sugiere que las iglesias pueden convertirse en espacios más acogedores para padres de bebés y niños pequeños.
“Creo que un camino a seguir es que las iglesias sean intencionales al proporcionar espacios cálidos y atractivos para padres de bebés y niños pequeños. Cosas como cuidar a los niños gratis durante la adoración deberían ser solo el comienzo”, dijo.
Burge también sugirió organizar eventos donde los padres puedan hablar con otros compañeros sin que sus hijos puedan interrumpir estas reuniones.
“Si los jóvenes piensan que ir a la iglesia es solo tratar de evitar que sus hijos griten todo el tiempo, quedarse en casa parece una buena opción. Y si piensan que una iglesia es un espacio acogedor cuando sus hijos aún son niños, es lógico pensar que es más probable que continúen participando a medida que sus hijos crecen”, agregó.
