Alrededor del 93% de la población musulmana total de Filipinas vive en el sur, concretamente en la isla de Mindanao.
Según el Censo de Población de 2015, los musulmanes son el segundo grupo más numeroso de la isla, y los cristianos siguen formando la población más numerosa del país.
Dado que no todo Mindanao forma parte de la Ummah islámica, el gobierno de Bangsamoro está ansioso por recuperar todo Mindanao como si fuese suyo por derecho. Y tienen un plan para ello.
Hameed vive en una de las regiones del sur de Filipinas y es un líder tribal de la comunidad. Nos contó que fue seleccionado por funcionarios del gobierno para ayudar a dirigir un proyecto de desarrollo comunitario para su pueblo. "Me prometieron desarrollo en su zona, becas, ayuda financiera y ayuda alimentaria. Sin duda, estaba dispuesto a recibir las bendiciones del desarrollo en nombre de mi comunidad tribal", dijo Hameed.
Pero poco sabía de la agenda oculta de este Proyecto de Desarrollo Comunitario. Porque detrás de la fachada para ayudar a las comunidades tribales a ascender económicamente se esconde una amenaza para la existencia de la iglesia: la conversión de los cristianos tribales para hacerlos musulmanes.
Los musulmanes de Mindanao se empeñan en ampliar el territorio de la Ummah islámica porque creen que es su responsabilidad inherente y su derecho a hacerlo, respaldados por los hechos históricos de que son los propietarios originales de la tierra. Para ello, el gobierno de Bangsamoro está ideando proyectos sutilmente seductores, para no ser cuestionado legalmente, y conseguir la cooperación de los líderes tribales.
Los pueblos tribales ven el matrimonio como un fuerte vínculo entre culturas. Y el matrimonio entre dos personas de diferente religión, siendo una de ellas musulmana con el motivo ulterior de expandir la influencia islámica, no será cuestionado. Y debido al vínculo matrimonial, ahora tienen la legitimidad para comprar y registrar esas tierras a su nombre.
No sólo eso, los líderes tribales también están siendo cautivados por las promesas financieras. Sin embargo, vienen con la condición de que puedan construir mezquitas en su pueblo. Incluso en comunidades donde no hay muchos musulmanes, hay una mezquita.
La mezquita sirve como declaración, de bandera de "propiedad" sobre la zona. Cuánto más fuerte es la declaración cuando hay decenas de musulmanes alrededor. La mezquita es también un punto de apoyo para persuadir a la población tribal a abrazar el Islam. Ya hay muchos ejemplos en muchos lugares del sur de Filipinas. Es triste constatar que mientras los musulmanes trabajan activamente para extender la influencia islámica en Mindanao, las iglesias evangélicas de la ciudad se muestran demasiado encerradas en sí mismas y miran hacia dentro, especialmente en esta época de pandemia.
Casi todas las semanas se puede ver a los "progresistas" musulmanes penetrando en las tribus con su agenda islámica. "Ahora tienen coordinadores tribales asignados en algunas zonas tribales y también están muy decididos a islamizar Mindanao. También se dirigen a los indígenas, ya que algunos son ingenuos y pueden ser atraídos de inmediato por regalos y la ayuda financiera. Los desarrollos de la comunidad musulmana tienen toda la financiación que necesitan", dijo Hameed.
Los colaboradores locales de Puertas Abiertas están llevando a cabo seminarios de oración y movilización misionera para ayudar a los pastores y líderes tribales a ser conscientes de este asunto y ser más proactivos para ayudar a los creyentes a llegar a sus vecinos musulmanes con el evangelio. Como resultado, Hameed, ahora quiere suspender sus compromisos anteriores con las Autoridades de Desarrollo Comunitario. También ha empezado a compartir este asunto con otros líderes tribales para que sean conscientes de esta posible amenaza para la iglesia.
*Noticia extraída de Puertasabiertas.org