El gobierno de Pakistán aprobó una nueva ley para monitorear plataformas en línea. Esta requiere que las compañías de medios sociales eliminen cualquier contenido en línea no deseado y difamatorio.
Estos deberán ser borrados en un termino de 24 o seis horas en “casos de emergencia”.
Esta decisión provocó serias preocupaciones sobre el tema de las acusaciones de “blasfemia”. De ahora en adelante cualquier empresa que no comparta ningún dato o elimine cualquier contenido bajo las Reglas de Protección Ciudadana (Contra Daños en Línea) será bloqueada.
Muchas de ellas están prospensas incluso a pagar una multa de hasta 500 millones de rupias (£ 2.5 millones; $ 3.2 millones; € 3 millones). La posibilidad de morir por “blasfemia” en las redes sociales ya es una realidad en Pakistán.
En marzo de 2013, Junaid Hafeez, un profesor universitario de 33 años, reconocido por sus creencias musulmanas moderadas, estuvo arrestado y sentenciado por publicar comentarios despectivos sobre Mahoma en las redes sociales.
Taimoor Raza (30años), miembro de la comunidad minoritaria musulmana chiíta también fue sentenciado a muerte en el 2019 y encarcelado después de participar en un debate sobre el Islam en Facebook.
La profanación del nombre de Mahoma conlleva una pena de muerte obligatoria, según la sección 295-C del Código Penal de Pakistán.
La profanación intencional, el daño o la profanación del Corán” conlleva una sentencia de cadena perpetua obligatoria para musulmanes y no musulmanes por igual en Pakistán.
Los cristianos están particularmente en riesgo de falsas acusaciones de blasfemia. Además, la mera acusación de este tipo de “blasfemia” es suficiente para empezar con un asesinato o ataques violentos contra comunidades cristianas enteras.