Este fin de semana fue puesto en libertad, uno de los 4 seminaristas católicos, secuestrados el pasado 8 de enero en la ciudad de Kaduna, Nigeria.
“Uno de los seminaristas puestos en libertad. Ayer por la tarde lo encontraron en la carretera. Ya estaba gravemente enfermo antes del secuestro y su situación se volvió dramática”.
“Por esta razón, los secuestradores lo dejaron y pudieron recogerlo antes de morir. Ahora está recibiendo tratamiento en un hospital y está reaccionando bien”, informó un miembro de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en una publicación de ACI Prensa.
El seminarista lo tiraron a lo largo de la carretera Kaduna-Abuja. Lo encontraron en horas de la noche del sábado 18 a un lado de la carretera, “donde buenos samaritanos le otorgaron manos de ayuda y lo llevaron a la autoridad del seminario”.
Un sacerdote católico de Kaduna, durante su homilía, dio la buena noticia a su comunidad y pidió oración “para que Dios toque los corazones de los secuestradores y libere a los tres restantes”.
“Sigan rezando el Rosario por ellos”, exhortó.
Por su parte, la Conferencia Episcopal regional del África Occidental viene trabajando con las agencias de seguridad del país para garantizar la liberación de los restantes seminaristas.
Los armados, miembros de Boko Haram, entraron en el Seminario a la 10.30 p.m., donde se encontraban los 268 seminaristas que viven en él y en tan sólo 30 minutos consiguieron secuestrar a cuatro de ellos.
El sábado 11 de enero los secuestradores se pusieron en contacto con las familias, “pero no pidieron ninguna cantidad de dinero como rescate”.
Este secuestro, “desafortunadamente es una continuación de la serie de estrategias de Boko Haram” ya que es uno de sus “modus operandi”, aunque “ahora se les llama bandidos, secuestradores, pistoleros…”, señaló una fuente.
Mientras tanto, reportes de medios locales señalan que los secuestros y persecución a cristianos en Nigeria, se multiplicaron en los últimos meses, una situación que obligó a los líderes de la Iglesia a expresar serias preocupaciones por sus miembros.
A los cristianos los persiguen en muchas partes del mundo. No obstante, Asia y África se destacan por la cantidad de países que se incluyen en la Lista Mundial de la Persecución actualizada hasta el 2019.
Ahí se reporta que 1 de cada 3 cristianos en Asia sufre persecución a nivel alto, muy alto o extremo, mientras que en África se trata de 1 de cada 6.