UTAH, EE.UU.- La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el nombre oficial de la secta iniciada en 1827 por el predicador norteamericano José Smith Jr. Después de una supuesta aparición de un ángel llamado Moroni, él habría recibido sobrenaturalmente un libro escrito en placas de oro con caracteres hasta entonces desconocidos.
Él los tradujo al inglés, dando origen al Libro de Mormón, que afirma ser “Otro Testamento de Jesucristo”.
A tal revelación sería un complemento de la Biblia y trae enseñanzas conflictivas como lo que siempre enseñaron las iglesias cristianas, negando, por ejemplo, que Jesús sea Dios encarnado. En 1838 abrió la primera iglesia mormona del mundo.
Conocidos mundialmente como mormones, a causa del libro que distribuyen, sus seguidores están siendo instruidos a no usar más este “apodo”. Con sede en Utah, el movimiento hace siglos utiliza las abreviaturas SUD (Santos de los Últimos Días).
Este jueves (16), el líder mayor de la iglesia, el profeta Russell M. Nelson, anunció que habrá un cambio profundo. Los seguidores ya no deben usar “Mormón” y “SUD”.
“El Señor me mostró la importancia del nombre que él reveló para su Iglesia, nuestro nombre es la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, dijo Nelson en un comunicado. “Tenemos mucho trabajo delante de nosotros para ponernos en armonía con su voluntad”.
El énfasis pasará a ser en relación con el nombre de Jesús. Además de la nomenclatura oficial, los únicos nombres aceptados a partir de ahora serán “Iglesia de Jesucristo” y “Iglesia de Jesucristo restaurada”.
“En los próximos meses, los sitios y todos los materiales producidos por la Iglesia serán actualizados para reflejar esa dirección del presidente Nelson”, dice el comunicado. El nombre Mormón no será abolido, pues fue revelado en el Libro de Mormón, pero el foco pasará a ser un intento de mostrar al grupo cismático como parte integrante del cristianismo mundial.
Crecimiento en Brasil
En los últimos años, el liderazgo mundial de la secta de los mormones está apostando por la diversidad en su cúpula, formada por 12 “apóstoles modernos”. A principios de año, eligieron al primer apóstol latinoamericano y al primero de ascendencia asiática para integrarla.
Así, Ulises Soares, brasileño, y Gerrit W. Gong, un chino-americano, fueron anunciados como integrantes del Quórum de los Doce Apóstoles, que queda por debajo del presidente de la iglesia, Russell M. Nelson, y sus dos consejeros. Este grupo ayuda a establecer las políticas de la iglesia y supervisa los intereses comerciales de la religión.
Más de la mitad de los 16 millones de miembros de ese grupo religioso viven fuera de Estados Unidos. Los mormones están cerca de tener al menos una congregación en cada país del planeta. Frank Usarski, profesor de ciencia de la religión de la PUC-SP, explica que esto es el resultado de “un esquema de misioneros muy potente, en el que la oferta define la demanda, y no lo contrario”.
En Brasil, estudios muestran que se están popularizando. Por ejemplo, hay dos veces más mormones misioneros que evangélicos con la misma función. De acuerdo con datos del IBGE, la secta tenía cerca de 200 000 adeptos en todo el país. Se trata de casi el doble de practicantes de candomblé y 3 veces el número de judíos.
Sin embargo, los datos de la Iglesia Mormona en Brasil dan cuenta de que el número ya supera los 1,4 millones y se espera que crezca en los próximos años, ya que las grandes inversiones se están haciendo para construir más templos y centros misioneros.
El trabajo constante de los jóvenes con sus camisas blancas y plaquitas de ancianos que andan por las ciudades hace que Brasil sea el tercer país con mayor número de fieles de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en todo el mundo.
[ Fuente: Washington Post]