EE.UU.- El pastor retirado Tim Keller, que hoy se dedica a escribir sobre temas teológicos, presentó un grupo de estudio que identificó los cinco principales desafíos y las cinco principales oportunidades para la Iglesia en 2018.
Disponible en The Gospel Coalition, el material es uno de los desafíos de la cuestión de los “cristianos malformados”. “Cuando miramos hacia 2017 y planeamos para 2018, muchos líderes evangélicos se confunden y preocupados, tanto con las tendencias culturales en la sociedad y también cuestiones dentro de las iglesias”, dice el texto firmado por los teólogos Tim Keller, Don Carson, Kevin DeYoung y Ben Peays .
“Vemos una profunda secularización, así como amenazas a la libertad religiosa y una creciente hostilidad cultural al cristianismo bíblico”, afirman. “Pero algunos identifican las amenazas dentro de la iglesia como algo más preocupante”.
El “pecado oculto” es el principal desafío, con Carson observando que sus efectos son “amplios”. Resalta que en la iglesia occidental hay una verdadera “obsesión por la autonomía personal”. Pues, por regla general, “hacemos que sea ‘sagrado’ nuestra elección sobre identidad, moralidad y verdad.
Nuestra responsabilidad parece ser fieles a nosotros mismos”, explicó.
Los resultados de esto se conocen: “codicia, inmoralidad, confusión moral y un trágico materialismo filosófico”.
En segundo lugar, los líderes cristianos apuntan como “desafío” las divisiones en la iglesia cuando se trata de cuestiones de opinión. Incluyendo los partidismos políticos, la aceptación (o no) de cuestiones como la homosexualidad y el racismo dentro de las congregaciones.
“Vemos que hay una gran división sobre esos temas desde hace mucho tiempo. Las opiniones están divididas cuando hablamos de política y de cuestiones consideradas sólo culturales, pero que influencian nuestra manera de ver las cosas”, destaca DeYoung. Él recuerda que “las rupturas son tan grandes en algunas denominaciones que muchos líderes dicen no quieren usar el término ‘evangélico’ para definirse a sí mismos.
Esto resulta directamente en el tercer punto: La “crisis de identidad” de la iglesia evangélica. Esta no es una cuestión aislada en los Estados Unidos, estando presente en varios países.
Así como en algunos países de Europa, la alineación de líderes evangélicos con agendas políticas o posiciones teológicas acaban dañando la percepción pública. Es decir, algunos pastores ganan espacio en los medios hablando de posiciones personales y acaban siendo tratados como si hablara por todos los evangélicos. Además, los medios con facilidad asocian una serie de rótulos como “homofóbico”, “racista” o “prejuicio” a todo aquel que no se doble a lo políticamente correcto. Esto es especialmente cierto para los pastores.
Cuando el pastor Russell Moore – de la Primera Iglesia Bautista de Dallas y uno de los más influyentes de la Convención Batista del Sur – dijo que no estaba seguro si se identificaba con el término evangélico, su declaración generó gran polémica. “A veces, la gente tiene una idea muy distorsionada de lo que es un evangélico. Usted necesita explicar lo que es el Evangelio para luego definir lo que es un evangélico“, afirmó.
En Brasil, una serie de situaciones creadas por la izquierda viene “minando” la idea de evangélico ante la opinión pública. En los últimos meses han surgido grupos que usan el título de evangélico, pero defienden con duelas el aborto y el matrimonio homosexual.
Los líderes del evangelio de la coalición identificaron también que los “cristianos mal formados” es un gran obstáculo para la iglesia. “Desconocidos de la historia, analfabetos bíblicos y catequizados más por las noticias de la televisión que por los credos, los evangélicos de hoy son moldeados más por la ideología reinante en la sociedad que por la ortodoxia teológica”, advirtieron.
Por último, Keller advirtió contra los “extremos”, que varían desde un legalismo, donde las personas se juzgan por encima de los demás por ser piadosas yendo al individualismo total, donde el mensaje es “Jesús sólo quiere que usted sea feliz” y el foco es sólo la prosperidad.
Para los teólogos The Gospel Coalition, las cinco oportunidades son facilidades de evangelización (con amplio uso de la tecnología), unidad y compañerismo, conocimiento bíblico, entrenamiento y formación, y la predicación “profética” que coloque el Evangelio en el centro.
[ Fuente: The Gospel Coalition ]