1 Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro
¿Has notado que una de las palabras más utilizadas de identidad para los cristianos en el Nuevo Testamento es santo? un santo es literalmente una persona santa. Sin embargo el apóstol Pablo y otros escritores de las Epístolas usaron la palabra generosamente para describir a cristianos comunes y corrientes como tú y yo. Por ejemplo, la salutación de Pablo en 1 Cor. 1:2 dice: “a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Observa que Pablo no dice que seamos santos por nuestro arduo trabajo. Él claramente dice que somos santos por un llamado. Algunos de nosotros tenemos la mentalidad de que los santos son personas que se han ganado el título noble por una vida magnífica o por haber alcanzado un cierto nivel de madurez. De ninguna manera. La Biblia dice que tú eres un santo porque Dios te llamó a ser santo. Fuiste santificado en Cristo (hecho santo por participar en la vida del único y verdadero Santo, Cristo Jesús)
Muchos cristianos se refieren a sí mismos como pecadores salvados por gracia. Pero ¿realmente eres un pecador? ¿es esa tu identidad escritural? Para nada. Dios no te llama pecador, Él te llama santo. Si tú piensas de ti mismo como un pecador, ¿qué crees que harás?, vivirás como un pecador, pecarás. ¿Por qué no identificarte por quien realmente eres? Un santo que peca. Recuerda: lo que haces no determina quién eres, quien eres determina lo que haces.
Debido a que eres un santo en Cristo por el llamado de Dios, compartes la herencia de Cristo. Lo que es verdadero de Cristo ahora es verdadero en ti, porque estás en Cristo. Es parte de tu identidad. Tú no eres el Gran Yo Soy, pero como Pablo puedes decir “por la gracia de Dios soy lo que soy” (1Cor 15:10)
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Tu gracia y tu llamado en mi vida son totalmente inmerecidos, pero es mi privilegio reclamar mi herencia. Gracias Padre, gracias Jesús.
