Fil 4:6 por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante e Dios en toda oración y ruego con acción de gracias.
Cuando te sientes ansioso en una tarea o en una relación, tu ansiedad puede ser una señal de incertidumbre de una meta que has escogido. Tú estás esperando que algo suceda, pero no tienes ninguna garantía de que así será. Tú puedes controlar algunos de los factores, pero no todos.
Por ejemplo, una adolescente puede creer que su felicidad depende de que sus padres la dejen ir a un baile escolar. Sin saber cómo responderán, ella está ansiosa. Si dicen que no, se enojará porque su meta se bloqueará. Pero si todo el tiempo sabe que no tiene oportunidad de que digan que sí, estará deprimida porque su meta no se cumplirá.
Cuando basas tu éxito futuro en algo que nunca sucederá, tienes una meta imposible y sin esperanza. Tu depresión es una señal de que tu meta, sin importar qué tan noble o espiritual sea, nunca se podrá alcanzar. Algunas formas de depresión pueden ser causadas por desequilibrios químicos. Pero si no hay una causa física para la depresión, entonces esa depresión es la expresión de la desesperanza.
Ninguna meta dada por Dios puede ser bloqueada, incierta o imposible. Con Dios todas las cosas son posibles. Si Dios emitiera una orden que no se puede obedecer, debilitaría Su autoridad. Si Dios quiere que se haga, puede hacerse.
La pregunta real es ¿Qué es lo que Dios quiere? La respuesta: Él quiere que seamos lo que nos ha llamado a ser. Y si eso es lo que Dios quiere que se haga, ninguna situación o circunstancia de la vida puede obstaculizar el que tú seas el ingeniero, ama de casa, padre o líder que Dios te ha llamado a ser.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor, ayúdame a mantener mis ojos en lo que quieres en mi vida, que tu Hijo sea formado en mí y no en cosas que me impiden crecer en ti, en el nombre de Jesús, amén.