Un pastor alemán que había vivido y trabajado en Turquía durante dos décadas, está luchando contra una orden de expulsión porque las autoridades dicen que representa un riesgo para la seguridad de la nación.
El pastor Michael Feulner estaba a punto de tomar un vuelo desde el aeropuerto de Estambul en febrero de 2020 cuando fue detenido y arrestado, bajo la acusación de ser "una amenaza para la seguridad nacional turca".
Le dieron 10 días para salir del país. Otro líder de la misma iglesia Yalova Lighthouse Church, casado con una ciudadana turca, había sido expulsado anteriormente por los mismos cargos.
El pastor Feulner llegó a Turquía en 1999 para realizar tareas humanitarias tras el terremoto Izmit, en el que murieron aproximadamente 17.000 personas. Él y su familia decidieron quedarse y se establecieron en la ciudad de Yalova, en el noroeste de Turquía, donde, en 2003, se convirtió en el pastor de la mencionada iglesia.
Ha recurrido tanto la orden de expulsión como los cargos de seguridad, y hasta el momento se le ha permitido permanecer en Turquía mientras se tramitan los procedimientos. La primera vista en el caso de los cargos de seguridad está prevista para el 11 de febrero.
Desde enero del 2019 al menos 70 ciudadanos extranjeros, que a menudo trabajan como pastores o líderes de la comunidad en Turquía, han recibido la advertencia de abandonar sus tareas o no volver a Turquía. A partir de 2020, "el gobierno no sólo se dirigió a los cristianos extranjeros (occidentales), sino que también ha prohibido la entrada al país a los cristianos extranjeros con cónyuges e hijos turcos", señalan diversos informes de Puertas Abiertas. Esto significaría que a unos 150 cristianos protestantes se les ha prohibido permanecer en Turquía en el último año.
Estrategia familiar
Un expatriado expulsado de Turquía por sus actividades cristianas, Ryan Keating, se trasladó a Chipre del Norte, donde resulta que tampoco está seguro.
El 27 de enero, la policía y los funcionarios de aduanas hicieron una redada en la casa de Keating en el distrito de Famagusta, en la costa este, confiscando Biblias en varios idiomas y cuestionando la legalidad de los bienes. Al día siguiente, un destacado periódico turcochipriota, Kibris Postasi, publicó una noticia que relacionaba erróneamente la redada con la supuesta actividad misionera de Keating.
Chipre del Norte, que ocupa la parte noreste de la isla de Chipre, declaró su independencia en 1983, pero sólo está reconocido por Turquía y depende en gran medida de ella para su apoyo económico, militar y político.
Según Keating, la difamación es una estrategia habitual utilizada por los medios de comunicación y las autoridades turcas para influir en la opinión sobre los cristianos, en particular los que se cree que participan en la evangelización.
Actualmente, Turquía ocupa el puesto 25 en la Lista Mundial de la Persecución 2021 de Puertas Abiertas de los 50 países donde es más difícil vivir como cristiano, con “niveles muy altos” de persecución.
*Noticia extraída de Puertasabiertas.org