La madre de una joven cristiana, secuestrada por Boko Haram en Nigeria, pide ayuda internacional, a casi dos años de permanecer en cautiverio, informó Premier Christian News.
El 19 de febrero de 2018, Leah Sharibu, de 14 años en aquel entonces, fue secuestrada de su escuela en Dapchi, al noreste de Nigeria, junto a 109 de sus compañeros de clase.
Ahora con 16 años, medios locales informan que Leah es la única de su grupo que aún permanece a merced de los extremistas porque se negó a convertirse al islam.
Al conmemorar el segundo aniversario de su secuestro en un evento en Westminster, municipio de Londres, Inglaterra, donde se creó una fundación bajo el nombre de Leah, la madre de la menor, Rebecca Sharibu, compartió su sufrimiento y dolor por la desaparición de su única hija.
“He venido a suplicar al Reino Unido, a los Estados Unidos, a todas las naciones para que me escuchen y me ayuden. Estoy suplicando a su gobierno, por favor haga lo que pueda para liberar a mi hija Leah. Quiero suplicarle directamente a Boris Johnson que debería ayudarme a mí y al presidente Buhari a liberar a mi hija”.
“Mañana mi hija, mi única hija, estará dos años en cautiverio, y (el presidente Buhari) me prometió que sería liberada, pero no fue liberada”.
Sharibu, que viajó desde Nigeria al Reino Unido, solicitó que el presidente nigeriano interviniera como lo hizo en marzo de 2018.
“Necesito a Leah en casa y necesito que él libere a Leah, al igual que las otras chicas fueron liberadas.
La baronesa Caroline Cox también tomó la palabra en el evento para lanzar la campaña de la Masacre Silenciosa de la Organización Internacional para la Paz y la Justicia Social diseñó para crear conciencia sobre la violencia en Nigeria.
La baronesa Cox habló sobre la persecución de cristianos por parte de extremistas islamistas, algunos de los cuales son parte del grupo étnico fulani.
Advirtiendo sobre el riesgo de un genocidio, externó: “El gobierno británico debería reconocer la seriedad de lo que está sucediendo”.
“Lo que ha estado sucediendo es absolutamente inaceptable.