MONTERREY, MEXICO.- La ganadora del Premio Nobel de la Paz y activista Malala Yousafzai criticó el odio anti-inmigrante y religioso, especialmente hacia los musulmanes y los mexicanos, durante una visita a México.
Malala habló el jueves en el Instituto Tecnológico de Monterrey en Ciudad de México sobre el daño hecho a la humanidad por personas que difunden el odio hacia otras culturas o religiones.
“Siempre creo en el amor y la armonía en el mundo, a veces cuando veo el mapa o un globo, digo: todos somos humanos, por qué la división, por qué odio en nombre de la religión, o de diferentes nacionalidades o de piel”, dijo Malala.
La activista de 20 años que trabaja en pro de los derechos de las mujeres pidió a los líderes mundiales que respeten la diversidad y las vidas humanas.
“Tenemos que seguir nuestra tradición, cultura, religión, nacionalidad, pero el odio que existe debe ser inaceptable, daña a los individuos, daña el corazón de las personas porque no podemos vivir una vida plena”, dijo Malala agregando que “deberían quitar el odio de su corazón contra cualquier religión o cultura“.
La reacción de Malala ocurre cuando el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva de prohibir la entrada a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, y prometió ampliar el muro fronterizo con México, al calificar a algunos de sus ciudadanos de “delincuentes”.
“Si sólo vemos las noticias, comenzaremos a odiar a todos los musulmanes, cristianos, católicos, mexicanos, no les digo que no vean las noticias, pero simplemente deben conocer a la gente”, dijo Malala.
“Veo en las redes sociales una difusión del extremismo musulmán, pero yo soy una persona que cree en la humanidad”.
Malala se reunió con el presidente mexicano Enrique Peña Nieto para comenzar a trabajar en un fondo para la educación de los niños en el país. En 2014, cuando la defensora de la educación subió al escenario para aceptar su Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, un joven mexicano sostuvo una bandera de México en el escenario.
“Por favor, Malala … México”, dijo que el hombre había dicho. En 2012, la defensora de la educación tenía sólo 15 años cuando fue baleada por defender los derechos de las niñas paquistaníes. Un pistolero se acercó a un autobús escolar, en el que viajaba, y disparó varios disparos que la dejaron en estado crítico.
Fue trasladada a un hospital militar, pero en breve fue trasladada a Gran Bretaña para recibir tratamiento de emergencia, donde logró recuperarse. En 2013, la revista TIME la incluyó en su lista anual de las 100 personas más influyentes del mundo.