El Consejo Noruego para los Refugiados dio a conocer en un informe que 1 millón de personas ya han sido desplazadas internamente en Burkina Faso. Casi medio millón de ellos (453.000 para ser exactos) fueron desplazados este año.
Este aumento se debe principalmente a la violencia de los grupos islámicos radicales que trabajan en el norte y este del país.
Los ataques de los yihadistas y la persecución de los cristianos, se vieron agravados por la falta de agua, por la falta de lluvia, y las restricciones de Covid-19.
Estas circunstancias dejaron a un gran número de burkineses hambrientos, y muchos de ellos son cristianos.
La organización Open Doors visitó Burkina Faso a principios de este año (antes de que se establecieran las restricciones por el Covid-19), y alentó a los cristianos a buscar el efecto de la violencia en la iglesia.
El equipo se reunió con miembros de la iglesia líderes y pastores de 14 áreas diferentes en el norte, este y suroeste del país y recopiló historias que muestran los resultados de que al final los ataques de grupos radicales y el desplazamiento forzado causaron dolor y trauma a estos cristianos.
La situación es muy complicada para los que huyen. Puertas Abiertas está organizando asistencia de emergencia en todos los países donde tiene proyectos en África Occidental. Entre ellas se encuentran 872 familias en el norte de Burkina Faso, que se beneficiarán de alimentos, ropa, medicinas y necesidades básicas.