TURQUÍA.- Más de 50 iglesias fueron confiscadas por orden de Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. Las preocupaciones están siendo dirigidas por la Presidencia de Asuntos Religiosos de Turquía (Diyanet).
Una de las acciones más recientes ocurrió en la provincia de Mardin, en el sureste del país, que fue obligada a trasladar sus iglesias, monasterios, cementerios y otros activos de la comunidad sirviente a la tesorería nacional de Turquía luego que pasó el dominio hacia el Diyanet.
Entre las aprehensiones de Mardin está el Monasterio Mor Gabriel, uno de los más antiguos centros religiosos del mundo, que fue construido en el siglo 4 d.C. El presidente Erdogan ha intensificado la presión sobre los derechos religiosos de todas las minorías en Turquía desde que el sistema parlamentario fue sustituido por el presidencial en abril.
En 2016, Erdogan tomó el control de seis iglesias en Diyarbakir, que albergaban congregaciones católicas, protestantes y ortodoxas. Una de las iglesias tenía más de 1.700 años de edad.
“El gobierno no tomó esas propiedades para protegerlas. Lo hicieron para adquirirlas”, dijo en su momento Ahmet Guvener, pastor de la Iglesia Protestante Diyarbakir.
Erdogan lanzó un programa de represión tras intentos de golpe de Estado, arrestando a más de 50 mil ciudadanos turcos y despidiendo a muchos funcionarios de cargos gubernamentales.