NIGERIA. – Los cristianos en Nigeria son testigos de otra ronda de ataques sangrientos la semana pasada, cuando los terroristas de Boko Haram capturaron la ciudad de Michika en el estado de Adamawa, en el extremo oriental del país, donde los edificios estaban en llamas producto del intercambio de fuego con las tropas del gobierno.
De acuerdo con un artículo publicado en el Washington Examiner por el periodista Douglas Burton, el ataque continuó por horas con un número desconocido de víctimas, aunque los informes iniciales mencionaban:“decenas de muertos”. Burton es miembro del consejo consultivo de la organización “Save the Persecuted Christians” (STPC), que clama por la protección de más de 300 millones de cristianos perseguidos en todo el mundo.
El padre Peter John Wumbadi es jefe de la Iglesia Católica de St. Anne en Michika. Wumbadi dijo a Burton que “oyó explosiones de bombas y muchas balas perdidas”, lo que le motivó a llevar a seis estudiantes de la escuela parroquial a su carro y pasar por edificios en llamas y mientras multitudes de ciudadanos estaban en pánico y corriendo para esconderse.
Wumbadi se dirigió a la aldea de Kalaa, donde él y los estudiantes se refugiaron en la casa parroquial del padre Lawrence Ikeh, que se encuentra a pocos kilómetros del Parque Nacional Sambisa. Se cree que unos 5.000 o más terroristas del Boko Haram se refugian en los bunkers subterráneos del parque.
“Después del aquel ataque, vine a visitar las aldeas en el área de dos millas alrededor de mi iglesia, y aquel lugar parecía un cementerio”, dijo el padre Ikeh, llorando. “Más de 150 personas han sido asesinadas”.
Tensión
En 2015, Boko Haram fue clasificado como el grupo terrorista más letal del mundo por el Instituto de Economía y Paz.
CBN News informó en su momento que al menos 120 personas murieron en una serie de ataques llevados a cabo por la milicia Fulani (islámica) en las comunidades cristianas en la región de Adara en el sur de Kaduna en Nigeria desde febrero, de acuerdo con el grupo sin fines de lucro ‘ Christian Solidarity Worldwide (CSW).
La masacre también continuó en el Congo, Puertas Abiertas de Estados Unidos informó a principios de este mes que seis cristianos, incluyendo tres mujeres y un niño de nueve años, fueron muertos en un ataque a la aldea cristiana de Kalau, ubicada cerca de la ciudad de Beni.
Los atacantes formaban parte de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF). La ADF fue formada hace 24 años por rebeldes musulmanes ugandeses después de que se retiraron del ejército ugandés.
En los últimos cinco años, cientos de civiles murieron sólo en el área de Beni, en el Congo, de acuerdo con Puertas Abiertas. Se cree que militantes de la ADF mataron al menos a 700 civiles y más de 20 miembros de la fuerza de paz de la ONU.
El ataque contra dos mezquitas en Nueva Zelanda continuó dominando los titulares en los medios estadounidenses desde que un autoproclamado racista mató a 50 personas. Aunque los ataques contra los musulmanes que viven en el mundo occidental son extremadamente raros, la situación no se compara con la matanza de cristianos que viven en el mundo musulmán.
De acuerdo con las Puertas Abiertas (USA), al menos 4.305 cristianos conocidos por el nombre fueron asesinados por musulmanes a causa de su fe, sólo en 2018.
La organización “Aid to the Church in Need”, en su último “Informe de Libertad Religiosa”, advirtió que 300 millones de cristianos, en la mayoría de los países musulmanes, fueron sometidos a la violencia convirtiéndose en “la religión más perseguida del mundo”.
La Voz de Europa informa que un cristiano que vive en un país de mayoría musulmana tiene 143 veces más probabilidades de ser asesinado por un musulmán, simplemente por ser cristiano, de lo que un musulmán es probable que sea asesinado por un no musulmán en un país occidental por ser lo que es.